El lunes 7 de
noviembre de 1938 la ciudad cordobesa de Cabra se despertó atemorizada, al
observar que tres aviones de fabricación soviética Tupolev SB-2 Katiuska del
ejército republicano, dejaban caer treinta bombas que provocaron la muerte de
108 personas, de las cuales 96 perecieron en el acto, y más de 200 heridos entre
mujeres, niños y ancianos.
Todavía, después
de 70 años, aún se desconocen los motivos de esa matanza que cometieron los
rojos, ya que no había tropas, ni era escenario de operaciones, ni constituía
ningún objetivo militar, ya que el frente estaba en el Ebro, donde el Ejército
Popular realizaba preparativos para volver a la margen izquierda del río, en la
batalla más cruenta y terrible de toda la guerra civil española.
Cabra, situada
al sur de la provincia de Córdoba, a unos 72 km. de la capital y considerada el
centro geográfico de Andalucía, era zona campesina y alejada de vías de
comunicación. Hasta tal punto se ignora los motivos, que se han hecho
especulaciones como si sería para celebrar el día 7 de noviembre, aniversario de
la revolución soviética, de la cual procedían los tres bombarderos rápidos
Tupolev SB-2 (Skorostnoi Bombardirovschik) Katiuska, los cuales arrojaron
30 bombas, con un total de 2.000 kilogramos. En Parrillas explosionaron cuatro
bombas de 200 kg. cada una. En la esquina de la calle Platería con la Cuesta del
Bachiller León, seis casas fueron derruidas con bombas de 50 kg. En la Plaza
Vieja y la Audiencia cayó una bomba. En el colegio de las Madres Escolapias, el
pabellón dedicado a la educación de las niñas, fue derruido por dos bombas.
Gracias a que el ataque se inició a las 7:35 de la mañana, no se encontraba
ninguna alumna, ya que la hora de entrada era a las ocho.
Por ser día de
mercado habían acudido cientos de almas en aquella fría mañana de noviembre. Una
de las bombas cayó en el mercado de Abastos, donde se hallaban reunidos los
campesinos del entorno.
Esta masacre
cometida en Cabra es casi totalmente desconocida por la opinión pública española
ya que sólo existen algunas referencias en la prensa española, y por supuesto,
por la opinión pública internacional, quizás porque no hubo un Picasso que
inmortalizase la tragedia, como en el caso del bombardeo de Guernica. Sin
embargo, ambos son igual de condenables, puesto que el número de víctimas
inocentes es muy similar, pero parece que las ciento ocho vidas de Cabra pesan
mucho menos que las ciento veinte de Guernica, cuando se pasan por el filtro de
la propaganda roja o de la nefasta Memoria Histórica.
El nada
sospechoso de ‘franquista’ Arcadi Espada Enériz, escribía sobre el caso:
«Pero, no
eran vascos, no tenían un Picasso que pintase sus gritos, ni sus lágrimas
conmovieron a nadie. Hoy que se pretende reescribir el pasado y volver a
dibujar las fronteras de buenos y malos, nadie se acordará de esta masacre y
siempre nos quedará Guernica. Decididamente, el bando franquista ganó una
guerra, pero perdió la propaganda».
Desde luego en
el bando nacional no se caracterizaron sus propagandistas por la habilidad que
siempre mostraron los del bando rojo, o por la desfachatez con la que los
apologistas de Guernica elevaron a miles las cifras de víctimas.
El bando
republicano fue el primero en bombardear ciudades, de forma que antes de
finalizar el mes de julio de 1936 ya habían sufrido estas agresiones Zaragoza,
Córdoba, Sevilla y otras poblaciones, según se reconoce en sus propias partes
oficiales de guerra. Pero mientras que el Gobierno del Frente Popular inició una
campaña publicitaria frente a los bombardeos nacionales, que llegó incluso al
Vaticano, la propaganda nacional, mucho menos preocupada por estas materias,
sólo acertó a responder tardíamente con unos folletos que registran menos
bombardeos y muertos causados por el enemigo de los que hubo realmente.
ARRIBA
Voló por primera
vez el 7 de octubre de 1933. Fue diseñado por A.A. Arkhangelski bajo la
dirección de Andrei Nokolaevich Tupolev. De construcción enteramente metálica,
con planos provistos de flaps, tren retráctil hidráulico, amortiguadores y
frenos automáticos. Tenía una limpia línea aerodinámica, que unida a la potencia
de sus dos motores le permitía alcanzar una velocidad máxima de 430 km/h.
Entró en
servicio a comienzos de 1936, llegando el 15 de octubre los primeros Katiuska
–como fueron llamados por los republicanos– a Cartagena, entrando en combate el
día 28 de octubre de 1936 al bombardear Tablada y Talavera.
El Tupolev SB-2
resultó ser más rápido que los cazas de los nacionales, que tras la sorpresa
inicial pronto adaptarían la táctica de esperarlo a gran altura para después
picar consiguiendo así mayor velocidad. El SB-2 disfrutó durante cierto tiempo
de la ventaja de su velocidad, pero su propensión al incendio de sus tanques de
combustible y su delicado mantenimiento en campaña, unidos a la llegada al bando
nacional de los cazas Me-109, fueron incrementando drásticamente el número de
sus bajas.
Se recibieron
aproximadamente 100 unidades, que actuaron en todos los frentes, tanto en
misiones estratégicas como tácticas, contándose entre sus acciones el bombardeo
del acorazado alemán Deutschland (29/05/1937) y según algunos documentos
e historiadores, remataron el hundimiento del crucero nacional Baleares
(6/03/1938).
Al igual que
resultó con otros tipos de aviones recibidos de la U.R.S.S., los primeros
Katiuska fueron tripulados exclusivamente por rusos, transfiriéndose de forma
paulatina a españoles.
Se construyeron
un total de 6.656 unidades hasta 1940, manteniéndose algunas en servicio hasta
1943, a pesar de las numerosas pérdidas ocasionadas durante la II Guerra
Mundial, fundamentalmente por el hostigamiento del caza ligero alemán Bf-109,
diseñado por Willy Messerschmitt en 1934.
Características
Potencia 2 x 860 C.V.
Envergadura 20,12 m.
Longitud 4,39 m.
Superficie alar 51,34 m².
Peso
vacío 3.995 kg.
Peso
total 6.910 kg.
Velocidad de crucero 280 km./h.
Velocidad máxima 430 km./h.
Alcance 1.450 km.
Techo 9.400 m.
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ARRIBA
Más de 50 bombardeos en la retaguardia
franquista tuvieron lugar en el año 1938, a cargo de la
aviación roja.
17/01/1938 Cariñena;
Longares.
18/01/1938 Villanueva
del Huerva; Cotorrita.
20/01/1938 Villanueva
del Huerva; Cariñena.
21/01/1938 Salamanca.
23/01/1938 Sevilla.
25/01/1938 Campillo de
Llerena; Valladolid; Cariñena; Sigüenza; Jadraque.
26/01/1938 Jadraque.
28/01/1938 Aldeatejada;
La Calzada de Oropesa.
31/01/1938 Alcolea;
Esquivias.
02/02/1938 Riba de
Saelices.
04/02/1938 Toledo.
18/02/1938 Peñarroya.
01/03/1938 Palma de
Mallorca; Toledo.
03/03/1938 Zuera;
Zaragoza; Almudevar; Castejón.
04/03/1938 Almudevar;
Alcalá de Guerrea.
07/03/1938 Almedinilla.
08/03/1938 Paniza;
Cariñena.
09/03/1938 Daroca;
Villanueva del Huerva; Porcuna; Baena.
17/03/1938 Peñarroya.
19/03/1938 Fuenteovejuna.
26/03/1938 Talavera de
la Reina.
27/03/1938 El Puente del
Arzobispo.
28/03/1938 Alcalá la
Real.
30/03/1938 Baena.
02/04/1938 Toledo.
04/04/1938 Porcuna.
08/04/1938 Talavera de
la Reina; El Puente del Arzobispo.
13/04/1938 Cogolludo;
Jadraque.
20/04/1938 Motril.
30/04/1938 Alcalá de
Chisvert.
20/05/1938 Benicarló.
30/05/1938 Benicarló.
30/05/1938 Palma de
Mallorca.
31/05/1938 Palma de
Mallorca.
06/08/1938 Varias
localidades de Extremadura.
28/08/1938 Ceuta.
29/08/1938 Castuera.
01/10/1938 Ávila.
24/10/1938 Aguilar.
28/10/1938 Baena;
Illesacas; Toledo.
02/11/1938 Talavera de
la Reina.
04/11/1938 Bélmez.
07/11/1938 CABRA.
09/11/1938 Córdoba.
ARRIBA
Fue fundado en Pamplona en 1903, siendo
editado desde entonces sin interrupción, por lo cual es uno
de los más antiguos de España.
El día 9 de noviembre de 1938 publicaba en sus páginas un
artículo sobre el bombardeo de Cabra, del cual transcribimos los
párrafos más interesantes:
«Para sacarse la espina de las vergonzosas y
continuas derrotas que han sufrido los rojos en su aviación
en el frente del Ebro, han tenido un rasgo muy propio de su
cobardía y su vileza. Huyen de enfrentarse con nuestros
caballeros del aire porque carecen de corazón y vengan sus
fracasos bombardeando poblaciones de nuestra retaguardia,
envidiosos de la vida tranquila y ordenada que se disfruta
en nuestra zona […].
Unos trimotores rojos cargados de bombas
arrojaron en la culta y rica ciudad de Cabra (Córdoba) su
metralla sobre la población civil en el momento en que se
disponía a reanudar su trabajo cotidiano en medio de la paz
que Franco ha proporcionado a todos los pueblos de nuestra
retaguardia. Con refinada crueldad, han buscado como sitio
para lanzar sus bombas el mercado cuando éste estaba en todo
su apogeo. Veían ellos muy bien que allí no había uniformes
militares sino vestimentas campesinas y mujeres del pueblo
que iban a realizar sus compras, y arrojando las bombas en
la ciudad, causaron 86 muertos y 117 heridos
(*), en su
mayoría gente civil, que estaban en el mercado […].
Este es el hecho criminal, ejecutado con
toda premeditación, porque a esa hora sabían que las gentes
salen de sus casas al trabajo. […] Ellos y sus cómplices de
fuera han querido enternecer al mundo con el bombardeo de
objetivos militares por nuestra aviación nacional. Para
todas aquellas personas de captación fácil y de sensiblería
pronta por la propaganda embustera ofrecemos hoy el
espectáculo triste de Cabra, la ciudad cordobesa de
retaguardia. […] A eso vinieron, a vengar esas derrotas del
Ebro en este pueblo indefenso […] una población tranquila
que no ha cometido más delito que ser muy española y rendir
tributo al Caudillo».
(*) Cifras
dadas en un inicio, pero que posteriormente se recontaron
108 muertos y más de 200 heridos.
ARRIBA
Aguilar Gallego, Petra. Obrera, 68 años.
Alonso Bonilla, Manuel. Soldado.
Aranda Serrano, Rafael. Obrero, 32.
Arévalo Camacho, Antonio. Hortelano, 66.
Ariza Aguilera, Cristóbal. Obrero, 50.
Barba Cubero, José. Hortelano, 63.
Bernal Gil, José. Cabo.
Borjas Mesa, José. Sargento de la Guardia Civil retirado,
57.
Borrallo Baena, Antonio. Obrero, 35.
Carabel de la Rosa, Manuel. Soldado.
Carrillo Cañero, José. 15.
Carrillo Ruiz, Celedonio. Obrero, 40.
Castillo Basurte, Rafael. 8.
Castro Arroyo, Rafael. Industrial, 43.
Castro Montero, Antonio. Soldado.
Castro Peña, Ana. Obrera, 48.
Cecilla Lama, Vicente. Hortelano, 50.
Córdoba Espinar, Antonia. Obrera, 17.
Cuevas Salazar, Rafael. Jornalero, 60.
Cumplido Valle, Natividad. Obrera, 21.
Delgado Hoyos, Manuel. Soldado.
Estacio Muñoz, Francisco. Prisionero, 29.
Fernández Morales, Eduardo. Soldado.
Fuentes Jiménez, Gabriela. Obrera, 60.
García Moral, Joaquín. Jornalero, 38.
García Reyes, Joaquín. Obrero, 63.
Gómez Castro, Francisco. Hortelano, 73.
González Agudo, Carmen. Obrera, 43.
González Castro, Soledad. 24.
González Guardeño, José. Obrero, 35.
Guardeño Castro, Antonio. Obrero, 35.
Guardeño Córdoba, Francisco. Obrero, 60.
Guardeño Guardeño, Antonia. 21.
Guardeño Guardeño, Antonio. 8.
Guardeño Guardeño, Juliana. 13.
Guardeño Guardeño, Mercedes. 13 meses.
Guardeño Santiago, Juliana. 43.
Guerrero Corpas, Francisco. Obrero, 73.
Guerrero Lama, Josefa. 70.
Guzmán Jiménez, Antonia. Obrera, 50.
Herrero Galisteo, Eusebio. Espartero, 54.
Hurtado Calzado, Diego. Herrero, 48.
Jiménez Fernández, Mariana. 10.
Jurado Ceballos, Antonio. Obrero, 70.
León Márquez, Manuel. Soldado.
López Álvarez, Emilio. Prisionero, 17.
López Chaves, José. Obrero, 48.
López del Valle, Antonio. Corredor, 43.
López Moya, Pedro. Obrero, 33.
López Ordóñez, Josefa. Obrera, 51.
López Ordóñez, Manuela. 40.
Maíz Nieto, Antonio. Obrero, 56.
Manchado Valverde, José. 65.
Medina Grande, Manuel. Obrero, 35.
Medina Oteros, Lorenza. Hortelana, 30.
Medina Oteros, Sierra. 21.
Mejías de Mora, Juan. Soldado.
Montero Molina, Ángel. 11.
Montero Molina, Antonio. 10.
Montes Montes, Rafael. Jornalero, 45.
Montoya Villasán, Enrique. Teniente de Regulares “Alhucemas”
nº 5. (*)
Moñiz Cecilla, Rafael. Industrial, 43.
Morales Barranco, José. Zapatero, 50.
Morel Soto, Carmen. 14.
Moreno Arroyo, Antonio. 52.
Moreno Arroyo, José. 59.
Moreno Sabariego, Juan. Obrero, 65.
Moreno Vilchez, Manuel. Zapatero, 41.
Morillo Gaspar, Sierra. Obrera, 51.
Morillo Vera, Antonio. Obrero, 60.
Muñiz Marzo, Rafael. Obrero, 60.
Muñoz Castro, Luis. Obrero, 16.
Muñoz Morillo, Antonia. Revendedora, 45.
Ordóñez Castro, Manuel. Obrero, 60.
Ortiz Flores, Rafael. Obrero, 50.
Ortiz Gómez, Francisco. Hortelano, 42.
Payar Ruiz, Rafael. Guardia municipal, 40.
Peña Campos, Francisco. Obrero, 73.
Pérez Bermúdez, Ángel. Jornalero, 36.
Pérez Ruiz, Ángel. Obrero, 51.
Porras Arroyo, Joaquín. Obrero, 55.
Porras Bermúdez, Vicente. Obrero, 36.
Quero Hinestrosa, Antonio. Obrero, 50.
Rodríguez Moral, Francisco. Barbero, 45.
Roldán Alcántara, Manuel. Hortelano, 34.
Roldán González, Antonio.40.
Roldán Ortiz, Francisco. Obrero, 70.
Romero Ramírez, Diego. Obrero, 14.
Romero Roldán, Juan. Obrero, 60.
Rosa Flores, Sierra. Obrera, 50.
Ruiz Cuevas, Jesús. 9.
Ruiz Yedra, Antonia. 48.
Salcedo Pérez, Andrés. 30.
Sánchez Sánchez, Antonio. Cabo.
Serrano Córdoba, Antolín. 56.
Serrano Pulido, Francisco. Del campo, 48.
Urbano Serrano, Felipe. Obrero, 55.
Valle Valverde, Domingo. Obrero, 56.
Vega Benítez, Narciso. Soldado.
Zamorano Almagro, Domingo. Obrero, 58
Arriaga Castro, Cristóbal, 50.
Mesa Gaspar, Francisco, 53.
Rovira González, José
Moro Bonilla, Manuel, soldado.
Pocero Valverde, Carmen.
Pérez Flores, Rosario, 55
De la Rosa Moreno, Francisco, 55
(*)
Enrique Montoya, teniente
de Regulares, acababa de venir de la batalla del Ebro con 15
días de permiso. No murió en el frente, sino en la cama
descansando.
ARRIBA
Bajo este título, el
historiador, escritor y periodista César Vidal escribía en
“La Razón”, el domingo 9 de noviembre de 2008, el
siguiente artículo:
«De las bombas
lanzadas por la aviación republicana una cayó sobre el
mercado de abastos causando la muerte a mujeres, ancianos y
niños.
El 7 de noviembre de
1938, hace esta semana setenta años, la actividad bélica en
España se centraba en la batalla del Ebro. Sin embargo, sin
relación alguna con aquella terrible lucha, un destacamento
de la aviación republicana se encaminó hacia la población
cordobesa de Cabra. Su intención no era atacar un objetivo
militar sino descargar su ira sobre una población indefensa.
De las bombas lanzadas por la aviación republicana, en
aquella misión carente de justificación, una cayó sobre el
mercado de abastos causando la muerte a mujeres, ancianos y
niños. Cuando los aviones republicanos se retiraron, dejaron
tras de sí algo más de un centenar de cadáveres, es decir,
una cifra de víctimas similar a la de Guernica. Pero Cabra
no tuvo un Picasso que la pintara ni tampoco el mando
nacional, ocupado sobre todo en ganar la guerra, utilizó
propagandísticamente aquel centenar de muertos.
Hoy son contados los
españoles que saben lo que, hace setenta años, sucedió en
Cabra, pero lo peor no es su ignorancia sino el esfuerzo
consciente para que siga existiendo. Por ejemplo, a
diferencia de Ibarreche con Guernica, Manuel Chaves, hijo de
un militar franquista, no ha recordado a las víctimas ni
tampoco ha exigido que Rusia pidiera perdón por proporcionar
los aparatos que realizaron aquella misión. Tampoco ninguno
de esos propagandistas disfrazados de historiadores ha
recordado que, a diferencia de Guernica, Cabra no tenía una
fábrica de armas ni estaba en la zona del frente en medio de
una ofensiva que explica el bombardeo. Tampoco, a pesar de
que han pasado siete décadas, ningún pintor, ningún escultor
ha decidido levantar un recuerdo artístico a las víctimas
del bombardeo republicano de Cabra. Tampoco las televisiones
extranjeras han aparecido por Cabra para escuchar los
testimonios, reales o supuestos, de los egabrenses. Tampoco
se ha proyectado en ninguna cadena un documental que
recuerde aquel acto de barbarie que carecía de justificación
militar. Mucho menos se ha execrado al doctor Negrín,
socialista y primer ministro, que sujetaba las riendas
entonces del bando frentepopulista.
Ni siquiera, a pesar
de haber nacido en Cabra, la antigua ministra de cultura,
Carmen Calvo ha recordado a aquellas víctimas a muchos de
cutos descendientes debe, sin duda alguna, conocer. Y es
que, por enésima vez, ha quedado de manifiesto lo que es la
mal llamada “memoria histórica”.
Sólo el raquitismo
intelectual de la izquierda y de los nacionalismos, el deseo
de quedarse con importantes raciones del presupuesto con
cualquier pretexto y la necesidad de agitar el odio para
enfrentarse con un PP que presentaba una mejor gestión
política y económica acabó llevando a una alianza
nacional-socialista cuya finalidad era volver a abrir
heridas de antaño y condenar a la muerte civil a la mitad de
España.
Para la izquierda y
los nacionalismos se trata de recordar –¡cuánto desearían
muchos que se olvidara el bando en que combatieron sus
padres!– sino de crear una mentira propagandística impuesta
sobre la población con todos los medios que, como siempre,
pagará nuestro dinero. Millones de españoles, por el
contrario, elevamos nuestras oraciones porque la alianza
nacional-socialista no consiga reabrir las heridas de la
guerra civil y recordamos a todos nuestros muertos, de un
bando y de otro, por una razón o por otra, en el deseo de
que España nunca vuelva a vivir un drama semejante».
ARRIBA
Hace referencia a la
actividad de la aviación roja de esa fecha: «La aviación
roja, huyendo de los encuentros aéreos que tantas pérdidas
le cuestan y alejándose de todo objetivo militar, lleva
varios días dedicada a batir pueblos civiles de la zona
nacional, lo más alejados posible de las actividades
militares y desde los que les es fácil la huída.
Hoy correspondió la
cobarde e inhumana agresión al pueblo de Cabra, en donde, en la
madrugada, nueve aviones rojos han sorprendido a la población
civil bombardeándola y causaron 86 muertos y 117 heridos, en su
totalidad personas civiles y en gran número mujeres y niños.
La España Nacional,
generosa y justa con los que engañados la han combatido sin
crueldades, no dejará, sin embargo, sin sanción ni debida
respuesta crímenes de esta naturaleza».
Se puede observar el error
en el número de aviones, así como en el número de muertos y
heridos, debido a los primeros datos obtenidos.
Obviamente, el Parte Oficial de Guerra del Bando Republicano, en
cuanto al Ejército del Aire, no hace mención alguna a la masacre
de Cabra.
ARRIBA
A título de
curiosidad, entre los egabrenses ilustres, podemos citar a:
• San Argimiro, mártir y
Santo. Perseguido en tiempos de Mohamed II, fue atormentado en
el potro y finalmente traspasado por una lanza el 28 de junio
del 856.
• San Rodrigo. Nació en
Cabra. Vivió en Córdoba, siendo ordenado sacerdote, bajo el
reinado de Mohamed I, hijo de Abderramán II. El 13 de marzo del
857 fue degollado y arrojado al Guadalquivir.
• Dionisio Alcalá Galiano,
nació en Cabra el 8 de octubre de 1760. Marino y explorador
ilustre. Murió heroicamente en la batalla de Trafalgar el 21 de
octubre de 1805.
• Martín Belda y Mencía
del Barrio, militar y ministro de Marina con Narváez y con
González Brabo, en los gobiernos de la Unión Liberal, entre los
años 1863 y 1867.
• Juan Valera, político,
diplomático y uno de los escritores españoles más
representativos del siglo XIX, nació en Cabra el 18 de octubre
de 1824 y murió en Madrid el 18 de abril de 1905.
• José Solís Ruiz, nació
en Cabra el 27 de septiembre de 1913 y murió en 1990. Ministro
Secretario General del Movimiento (25/02/1957 al 29/10/1969) y
Ministro de Trabajo (11/12/1975 al 7/08/1976). Enviado especial
a Marruecos durante la crisis de la Marcha Verde en 1975.
• Carmen Calvo Poyato.
Ministra de Cultura del Gobierno socialista, entre abril de 2004
y julio de 2007.
• José Calvo Poyato,
historiador y miembro del Partido Andalucista. Fue alcalde de
Cabra entre 1991 y 2000.
• Carlos Zurita Delgado,
Duque de Soria, esposo de S.A.R. la Infanta Dña. Margarita de
Borbón, nació el 9 de octubre de 1943.
• Manolo Lama, locutor de radio (Cadena Ser), periodista
deportivo. Nació el 3 de enero de 1962
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