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Memoria
y oportunismo.
Por César Alonso
de los Ríos. ABC,
15/12/2006.
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¿Por qué ahora y no en los primeros gobiernos socialistas? La
respuesta nos lleva al corazón del problema: al oportunismo del
PSOE. Plantear el problema de la memoria histórica en los tiempos
de Felipe González habría sido una temeridad. La cercanía de los
hechos les aconsejaba a los socialistas, más bien, el Olvido.
Ejercitar la memoria habría sido tanto como reconocer la ausencia
de la Oposición al régimen. Se trataba, por tanto, de tapar el
pasado. Felipe González ni siquiera utilizaba el término «dictadura»
para referirse al franquismo. Prefería hablar del «régimen
anterior». Por otra parte, la política electoral de los
socialistas se basaba en la conquista de grandes sectores de la
sociedad española que se habían sentido solidarios de Franco.
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Por un lado, se
trataba de que funcionara una cierta memoria histórica de los
tiempos de la II República pero tan respetuosa que no dejara al
descubierto a tantos millones de españoles que habrían votado a
Franco si éste hubiera planteado un Referéndum similar al de
Pinochet. Así que el acercamiento electoral o partidario al PSOE
venía a tener los efectos de un lavado de conciencia... ¿Cómo, en
estas condiciones, podría haber reclamado cualquier tipo de memoria
Felipe González, el Isidoro que no había pisado la cárcel, el político
que venía a ser la caución moral de tanto «colaboracionista»?
La sociedad española
de los años setenta había vivido la polémica sobre las dos formas
posibles de Transición: la reforma y la ruptura. González había
apostado por la primera. Se excluía de ese modo cualquier tipo de
ajuste de cuentas con los aparatos «represivos» del Régimen o de
revisiones relacionados con procesos políticos. La «reforma política»
había sido planteada por Suárez y la «relación de fuerzas» no
daba para más. Por otra parte, al PCE le vino muy bien esa salida.
Un planteamiento público sobre Paracuellos habría sido una bomba
en sus filas.
Lo propio de la
Transición fue el olvido: la amnistía. Esto de la memoria histórica
de ahora es el recurso de los que han concebido siempre la Historia
en claves de oportunismo.
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Generalísimo.
