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Navidades
laicas.
Por Miguel Ángel.
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Viene a mi memoria
estos días, la fotografía del fusilamiento del Sagrado Corazón de
Jesús en julio de 1936. El porqué es muy sencillo, veo un claro
paralelismo entre esa fotografía y las actuales noticias de
profesores de colegios e institutos, que se dedican a romper y tirar
a la basura, los Belenes que hacen sus alumnos, niños pequeños,
inocentes ellos.
Otro ejemplo que no
aparece nunca en las noticias, porque carece de relevancia, es que
en la Plaza Mayor de mi pueblo, cada año, el ayuntamiento se
encarga de poner un gran árbol de Navidad, con un Nacimiento
debajo. Hace ya unos años que algunos vándalos, cada año se
dedican a robar y destrozar las figuras, así que a la fiesta de
Reyes, solamente llega sano, el árbol, y así año tras año.
Lamentable.
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Siguiendo con el
paralelismo entre la fotografía del fusilamiento y la retirada de
Belenes, las dos situaciones me hacen ver un oscuro revanchismo,
inspirado directamente por el mismísimo diablo. ¿Quién sino es
capaz de atacar a un símbolo de Paz y Amor? ¿Qué tiene de
beligerante la Sagrada Familia? ¿Qué mal hace una estatua de
Nuestro Señor, en pleno centro de España? ¿Cuál es el motivo por
el que hubo que fusilarlo, así como ahora se rompen los
Nacimientos? Sigo sin entender, y eso que lo intento.
Si un día
decidieron “fusilar” a Jesús, no quiero imaginar el día que se
empeñen en practicar un aborto a la Virgen María. Así solucionarán
todos sus “problemas” y odios. ¿A qué esperan Sres. Progres?
Decídanse de una vez, no es tan descabellado viendo sus últimas
actuaciones, sigan como hasta ahora y luego tendremos en las páginas
de los periódicos el aborto practicado a la Virgen, ¿o sería
mejor fusilar al Espíritu Santo? El efecto a fin de cuentas sería
el mismo. Hace unos días decía el actual obispo de Huesca en el
pregón de Navidad, que Jesús nace cada año, y no hace 20 siglos
solamente, eviten que nazca Nuestro Señor, Sres. Progres.
Estas son las
Navidades que nos quieren hacer vivir, unas Navidades sin Dios, que
es el centro de esta celebración. Pero no creo que se priven de
celebrarlas, seguro que ustedes, los ateos, estarán dispuestos a
celebrar el nacimiento del Sol, que era la fiesta pagana en el
solsticio de invierno. ¿A que no me equivoco? ¿A que quieren
celebrar el nacimiento del Sol?
También cuando
escribo esto, día 20 de diciembre, viene en el diario El País, la
columna de Elvira Lindo, llamando “meapilas” a los católicos y
defendiendo la hipocresía reinante en torno a la Navidad, que si no
es una fiesta de los cristianos, ¿de quién es la fiesta de la
Navidad entonces? Diciendo que la Iglesia reacciona mal cuando
protesta porque se tiren los Nacimientos a la basura, ¿qué opinaría
ella si hicieran grandes hogueras con Manolito Gafotas? ¿A que
también se quejaría? Y eso que hay libros mucho mejores. Siga
defendiendo la hipocresía Sra. Lindo, ya sabemos de qué pie calza.
Dejando a parte todo
esto, aprovecho desde aquí para desearos a todos, unas Felices y
Santas Navidades, y un próspero y feliz Año Nuevo.
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Generalísimo.
