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Holocausto
legal.
César España.
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El infanticidio del aborto se aprobó en 1985. Desde entonces,
850.000 vidas humanas han sido arrancadas del vientre materno. Niños
que ahora necesita España para cubrir el lógico recambio
generacional. Todo un holocausto legalizado. La única voz que ha
defendido en éste tiempo a éstos seres humanos inocentes e
indefensos ha sido la de
la Iglesia Católica.
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Métodos empleados para asesinar a éstas vidas
humanas únicas e irrepetibles, con caracteres genéticos propios,
hay muchos y muy crueles: Succión por aspiradora
quirúrgica, Legrado (corta en pedazos al nonato y es succionado por
partes), Dilatación, (el útero es dilatado y con tenazas
especiales, se desmiembra al niño, descuartizándolo), inyección
salina (el no-nacido la ingiere, lo que provoca su abrasamiento,
agonía y muerte en el vientre de su madre).
¿Dónde están las voces que defiendan a
éstos sin voz, que son condenados a muerte sin derecho a juicio
previo, ni defensa?
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Generalísimo.
