Europa Press.
13/01/2005
El Gobierno de Estados Unidos ha prohibido
formalmente a España que los 12 aviones que fueron vendidos al
Gobierno venezolano de Hugo Chávez lleven tecnología de
procedencia norteamericana. Defensa ha asegurado que la operación
no se paralizará en ningún caso.
El embajador de Washington en España, Eduardo Aguirre, se reunió
hoy con el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel
Moratinos, para informarle de esta decisión.
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Posteriormente, Aguirre se puso en contacto telefónico con el
ministro de Defensa, José Bono, y con la empresa fabricante de los
aparatos, CASA, para trasladarles también esta medida. Según ambos
diarios, Washington espera que vetar una operación que considera
"desestabilizadora" no suponga ningún
roce con el Gobierno español.
El Gobierno de George W. Bush analizó el pasado
noviembre la operación de venta de equipos militares a Venezuela
por parte de España, con el fin de averiguar si el material contenía
tecnología estadounidense. Washington ya había expresado su
preocupación por el acuerdo, ratificado en Caracas por el ministro
de Defensa español, José Bono.
Lo que trataba de averiguar EEUU es si la transacción cumplía
los requisitos de un "proceso normal de licencias",
teniendo en cuenta que alguno de los equipos podría incluir
tecnología suya, según señaló en rueda de prensa el portavoz del
Departamento de Estado, Sean McCormack.
Aunque dijo desconocer el funcionamiento exacto de los
procedimientos de licencias para la venta de armas, McCormack precisó
que en algunos casos puede haber cláusulas para evitar que las
armas que vende EEUU vayan a parar a países terceros.
Bono reaccionó a estas declaraciones afirmando que el acuerdo se ha
llevado "para beneficiar a los españoles, no para molestar a
nadie".
La operación contemplaba la adquisición de 12 aviones y ocho
fragatas construidas por el grupo EADS-CASA y Navantia,
respectivamente, por 1.700 millones de euros. La empresa señaló
que, en el caso de que Washington vetara la utilización de su
tecnología en la construcción de algunos de estos aparatos, sería
posible utilizar "otra tecnología alternativa".
Fuentes del Ministerio de Defensa también indicaron que los
componentes estadounidenses pueden sustituirse por otros procedentes
de distintos países, como Italia, Francia o Gran Bretaña
y que ahora depende de los técnicos decidir cual será la
definitivamente elegida. En ningún caso, la prohibición de Estados
Unidos supondrá paralizar la operación, añadieron estas fuentes.
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