Libertad
Digital. 11/12/2005.
Numerosos Guardias Civiles de toda España y sus familias se
han manifestado este domingo en Zaragoza en homenaje a las víctimas
del terrorismo y a los Guardias Civiles fallecidos en acto
de servicio. Bajo el lema «Por las víctimas, contra el
terrorismo y por las libertades», la marcha, convocada
por la Asociación Independiente de la Guardia Civil, ha
partido de la plaza del Pilar y finalizó en la plaza de la
avenida Cataluña, donde se encontraba la Comandancia de la
Guardia Civil en cuyo interior murieron once personas, cinco
de ellas niños, como consecuencia de un atentado de ETA.
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El presidente
nacional de la Asociación, Joaquín Parra Cerezo, ha
explicado que se ha elegido Zaragoza para esta primera manifestación
de Guardias Civiles en activo, precisamente porque «en esta
ciudad tuvo lugar el atentado más brutal de ETA contra la Guardia
Civil», por lo que «hemos querido realizar un homenaje a
estas víctimas».
Aquel día, 11 de diciembre de
1987, tres etarras aparcaron junto a
la casa cuartel de la Guardia Civil un coche cargado con 50 kilos de
explosivo y como resultado de la explosión, que provocó el
derrumbamiento del edificio, once personas fallecieron y 36
resultaron heridas de diversa gravedad. Ha recordado que ese día de
1987 fue un «día trágico» en España, ya que además del
atentado en Zaragoza, ETA asesinó en Guipúzcoa a un sargento de la
Guardia Civil que estaba en su vehículo con su mujer y envió una
carta-bomba a un policía nacional, que perdió las manos.
«Pedimos a los aragoneses que digan a los terroristas que esta
es su tierra, que respeten su tierra y su voluntad y que no vengan
aquí a hacer daño, porque los aragoneses no hacen daño a
nadie», dice Parra, quien ha agregado que «no se pueden
canjear vidas humanas por culminar sus deseos». Parra ha
indicado que la ASIGC ha pedido apoyo para esta manifestación a
numerosas asociaciones, partidos políticos y sindicatos, pero «nos han dejado solos» y
«nuestro propósito era
protagonizar, como Guardias Civiles que hemos padecido el
terrorismo, una manifestación, ya que nunca lo habíamos
hecho».
Parra ha afirmado que «ante el terrorismo todos tenemos que
estar unidos» y con esta manifestación «queríamos
conciliar intereses», pero «parece que cada partido tiene
su propia política en este asunto». Entre las personas que han
participado en la marcha se encontraba José Antonio Fernández
Fernández, padre de Irene Fernández Pereda, fallecida
el 20 de agosto de 2000 en la explosión de un coche con bomba-lapa
en la localidad oscense de Sallent de Gállego y que fue la primera
mujer guardia civil muerta en atentado terrorista de ETA.
Ha asegurado sentirse «muy triste» a pesar de que han
pasado cinco años y explicó que espera «que sean juzgados
todos los asesinos, los de ella y los de todos los Guardias Civiles
que han matado», y que cumplan íntegramente la pena.
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