La
Razón. 2/12/2.005.
No hay techo. Desde que en 1985 se despenalizase el
aborto en España, más de 900.000 mujeres han interrumpido
voluntariamente su embarazo. La cifra, lejos de estancarse o
decrecer, va sumando ceros cada año. En 2004, 84.000 mujeres
abortaron.
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Un aborto cada 6,2 minutos; 230 al día. El número
de interrupciones voluntarias del embarazo va en aumento. En 2004,
84.000 mujeres pusieron fin a su gestación, según el Instituto de
Política Familiar (IPF). El Ministerio de Sanidad no confirma ni
desmiente este extremo: «Aún no podemos decir cuántos se
practicaron; los datos se harán públicos en breve. Hasta ese
momento, no sabremos si las predicciones son acertadas o no»,
argumenta. Pero lo cierto es que la tendencia de los últimos 20 años
-la despenalización del aborto se hizo efectiva en 1985- ha sido
siempre ascendente. A las insignificantes nueve interrupciones de la
gestación que se produjeron en el año de la legalización de esta
práctica habría que sumar ahora, en el tiempo presente, 84.000 más.
Y otro dato: de 1993 a 2004, esta práctica casi se ha duplicado. Así,
se ha pasado de 45.503 a 84.000.
Tal subida ha puesto sobre aviso a las asociaciones
contrarias al aborto, como el Instituto de Política Familiar (IPF),
que han denunciado que el Ministerio de Sanidad «oculta el
importante incremento y por eso, a finales de 2005, todavía no ha
hecho públicos los datos referentes al año pasado». A juicio del
presidente de esta entidad, Eduardo Hertfelder, «es lamentable,
inaudito e inaceptable que ante un problema tan grave como la
explosión de defunciones por abortos en España, la Administración
retenga los datos».
Retención que él achaca a «un secuestro» por
parte del ministerio del que es titular Elena Salgado. «Esta falta
de transparencia -sentencia Eduardo Hertfelder- constata la nula
voluntad que tiene la Administración de abordar el problema con
contundencia».
Para estimar la cifra de interrupciones de la
gestación del pasado año, el IPF ha trazado una línea ascendente,
en consonancia con la tendencia de los años anteriores. Así, el
pasado año se habrían practicado 4.212 abortos más que en 2003, año
en que se registraron 79.788 intervenciones.
En el anterior informe presentado por esta misma
asociación se ponía de manifiesto que «cada día, más de 200 niños
dejan de nacer en España, lo que equivale a que cada tres o cuatro
días desaparecería un colegio de tamaño medio por falta de niños».
Otro de los hechos significativos que desvelaban
estas estadísticas es que, en 2003, varió el perfil de la mujer
que recurría al aborto: en lugar de ser las mayores de 25 años,
pasaron a ser las menores de 24 las que más echaban mano de esta técnica
para acabar con un hijo no deseado. Y una de cada cuatro mujeres de
las que abortaron en 2003 ya habían pasado por una experiencia
similar en años anteriores. Este dato ha sido contrastado también
por el CSIC, hecho público este año, que asegura que «un 25 por
ciento de las personas que acudieron a una clínica para abortar en
2003, ya lo habían hecho una o dos veces con anterioridad».
El trabajo del CSIC analizaba, además, las causas
fundamentales por las que la mujer decide no llegar hasta el final
con su embarazo. La conclusión es: «la ocupación laboral, que en
la inmensa mayoría de los casos por cuenta ajena, es el principal
factor determinante del aborto en España. Es decir: «Más trabajo,
mayor número de interrupciones del embarazo. Y, en consecuencia,
menor tasa de natalidad de un país».
Otro de los parámetros que valoraba este centro de
estadística era el estado civil de las personas que acuden a
abortar a las clínicas. El resultado es que, como es de esperar, la
mayor parte de las mujeres que se someten a una intervención para
poner fin a la gestación, son mujeres solteras (en 2001,
representaban el 63 por ciento); seguidas de las casadas (27 por
ciento); y las viudas (9,1).
Por Comunidades Autónomas, la tendencia no ha
descendido en ninguna. Y así lo evidencian los últimos datos
oficiales referentes al período de enero a diciembre de 2003. El
aborto ha crecido en todas, pero especialmente en algunas, empezando
por Madrid (15.434 abortos en 2003), Cataluña ( 15.373), Andalucía
( 14.280) y Comunidad Valenciana ( 7.870). Las cuatro suman 52.957
interrupciones, el 66,3 por ciento del total. Especialmente
significativo es el caso de Madrid, que ha pasado de 9.154 abortos
en 1998 a 15.434 del 2003, es decir 6.275 más, con un crecimiento
del 68,5 por ciento.
Por otra parte, además de Ceuta y Melilla, las
Comunidades en las que se producen menos abortos son: La Rioja (
462), Cantabria ( 499), Navarra ( 559) y Extremadura ( 914).
Esta radiografía del aborto en España esboza, en
parte, el perfil de su población. La prioridad de la mujer en un
determinado tramo de su vida es el trabajo y, en ocasiones, un hijo
puede llegar a truncar las expectativas laborales, por lo que la
decisión más drástica se hace necesaria. La mayoría de las
personas que recurren al aborto, el 97 por ciento, aducen peligro
para la salud mental o física de la madre, uno de los tres
supuestos permitidos por nuestra legislación.
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