La
Razón. 04/10/2005
«Zapatiesta
Zapatero» (Libros Libres) reúne los mejores artículos de
Jaime Campmany publicados en los últimos años. De ellos he
sacado las respuestas para esta entrevista. Jaime preparaba
este libro cuando le sorprendió la muerte. Unos días antes
estuve en su casa, entrevistándole para un libro; nos
zampamos unas ricas judías del Barco cocinadas por Conchita,
su buena esposa, y nos bebimos una botella de Vega Sicilia. No
estábamos de acuerdo en muchas cosas, pero nos reímos
bastante. Jaime era un hombre generoso; creo que, cuando
menos, merece la generosidad del recuerdo.
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Perdone
que interrumpa su descanso eterno, pero es que me parece injusto que
no pueda promocionar su último libro, «Zapatiesta Zapatero», por
el simple hecho de haberse muerto...
-Tiene
usted mucha razón, cosa lógica escribiendo donde escribe. Como
dice Alfonso Ussía en el prólogo del libro, estoy muy ocupado
preparando la nube en la que un día reuniré a todos los míos.
Será
una nube grande...
-Sí.
Espero que tarde en llegar por aquí la ministra de la Vivienda,
porque una nube de 30 metros cuadrados no da para nada.
Vayamos
con el libro, «Zapatiesta Zapatero». Cuánto juego le ha dado a
usted ZP...
-Para
los columnistas no devotos es una fiesta continua. A mí, como dice
mi hijo Emilio en el epílogo, me alegró los últimos días ofreciéndome
gran abundancia de temas para la columna.
Le
llamó «Zapaterito prodigioso»...
-Aznar
dejó unos Manolos (Blahnik) y con este Zapatero nos quedaremos
descalzos. No es ni siquiera Zapatero remendón. Vivimos la
zapatiesta de Zapatero.
Pero
no negará que es muy simpático...
-Gobernar
no es sonreír y jamás el mejor político ha sido el más simpático
ni el más sonriente. Eso queda para las aspirantes a miss.
No
sé por qué se queja tanto la derecha: respeta el capitalismo...
-Han
inventado el socialcapitalismo, o sea, el subsidio de paro para unos
y el capital para otros. Quiere que las empresas sean más
competitivas pagando más impuestos y vendiendo más barato. Este
Zapatero prodigioso ha abierto una alpargatería en Jauja.
Quiere
ser el pacificador de la lucha contra el terrorismo...
-Y
cree que la mejor manera de apaciguar a los nacionalistas violentos
es ir cediendo galantemente ante los nacionalistas pacíficos. Cree
que tan pronto como los nacionalistas pacíficos tengan todas las
nueces en el saco, ya no será necesario que los violentos agiten el
árbol. Pero España estará ya rota.
Ahora,
con el Estatut, le están diciendo de todo menos bonito...
-Todos
menos los suyos, los rojelios. Tengo dicho yo hace muchos meses que
son los propios socialistas los que tienen que arreglar un
desaguisado llamado Zapatero.
Algunos
le echan la culpa hasta de la sequía...
-Lo
he dicho en forma de rap: Si no cae agua bastante, ZP lo resolverá
todo con su talante. Si se pide la lluvia educadamente, tal vez se
abran las nubes muy de repente. Si se pide la lluvia con sus
modales, tal vez caigan diluvios universales...
«Extrategias».
Tendrá
alguna estrategia, digo yo.
-Tiene
«extrategia». Así escribió tal palabra en su cuaderno de notas
en una sesión del Congreso. Gracias al «extratega» Zapatero, ya
somos «expañoles».
Dice
usted que baila muy bien la yenka...
-Lo
digo por lo de «adelante y atrás, un dos, tres», e «izquierda,
izquierda, derecha, derecha...»: lo mismo le da inventar el
matrimonio de un solo sexo, apalear legislativamente a los curas o
amparar a Fidel Castro que continuar la política económica de
Aznar.
Ahora
que está en el cielo, ¿sabe para qué está Bono en el Gobierno?
-Para
que de vez en cuando pronuncie la palabra «patria». Le dice ZP a
Bono: «Anda, Pepe, di dos veces ‘‘patria’’, que se me está
encampanando el tripartito».
De
cualquier forma, es afortunado, las encuestas le sonríen...
-Es
que las encuestas del CIS son su espejo. «Dime, espejito mágico,
¿hay alguno más guapo que yo?». Él cree que tiene una flor en el
culo. Eso
debe ser cosa de Zerolo...
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