El nuevo Gobierno del Frente Popular -ya
que Santiago Casares Quiroga fue sustituido por José Giral
Pereira-
lo primero que hizo es repartir las armas a los sindicatos y a
los partidos políticos de izquierdas, recibiendo Moscardó la
orden de entregar todas las municiones almacenadas en la Fábrica
de Armas. Por la noche se presentó el diputado socialista
Prats en el Gobierno Civil con la orden de que se enviasen
inmediatamente toda la munición a Madrid y para que la
Guardia Civil entregase su armamento a las milicias del Frente
Popular, así como el disponible en la Academia de Infantería,
Caballería e Intendencia. Moscardó, en su calidad de
Comandante Militar de la Plaza, se negó rotundamente a ese
requerimiento, por lo que fue llamado por teléfono desde el
Ministerio de la Guerra, por una persona que decía ser Juan
Hernández Sarabia -que
el 6 de agosto sustituía al general Luis Castelló Pantoja,
en la cartera de Guerra-,
el cual reiteraba con urgencia el envío de las municiones a
Madrid durante todo el día siguiente, produciéndose
nuevamente la negativa por parte de Moscardó, al envío de
las municiones y a la entrega de las armas. |