A las 7:45 horas un trimotor enemigo arrojó dieciséis bombas
sobre el Alcázar y dependencias, destruyendo completamente el
edificio de Capuchinos. A la marcha de este avión, vino otro,
que lanzó sobre el Alcázar granadas de gases lacrimógenos,
penetrando en el patio central tres, que produjeron pequeñas
molestias solamente, pues fueron cubiertas de tierra y
encendidas hogueras para su evaporación. El resto del día y
la noche transcurrió con tranquilidad. Bajas en este día:
Cuatro muertos, dos heridos y cuatro contusos.
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