A las 7:45 rompen el fuego las piezas de 15,5 cm y las de 7,5 cm.
sobre sus acostumbrados objetivos, las primeras sobre el
Torreón noroeste, y las segundas sobre la Compañía de Tropa
y alrededores, causando más desperfectos, sobre todo en el
Torreón que está tan batido, que puede derrumbarse de un
momento a otro. Duró el fuego hasta las 13:10 lanzando
setenta y nueve granadas de 15,5 cm, y alrededor de cien las
piezas de 7,5. Por la tarde, a las 16:45, rompen el fuego otra
vez sobre los mismos objetivos, durando el fuego hasta las
18:35 y lanzando treinta y cinco granadas de 15,5 que no
consiguieron aún derrumbar el torreón. A las 18 vino de
Madrid un trimotor enemigo y bombardeó el Alcázar, lanzando
diecisiete bombas, algunas de cincuenta kilos, causando
desperfectos en las puertas de la galería del Patio
principal. El bombardeo duró cuarenta y cinco minutos. Por la
mañana, a las 11:30, unos falangistas hicieron una salida,
resultando muerto el falangista Maximiliano Flink, quedando su
cadáver en un sitio muy batido; salió a recogerlo su
compañero Godofredo Bravo, que quedó muerto en el cruce de
calles y también en un sitio muy batido; un tercero, José
Canosa, logró atar el cadáver del primero, y un cuarto,
José Berzosa, retiró el del segundo, quedando el de Flink
para retirarlo de noche, ya que en pleno día era aumentar las
bajas. Se distinguió notablemente en estas operaciones el
falangista José Conde, que resultó herido. Sobre las 22
salieron los falangistas a retirar el cadáver de Flink, lo
que lograron valerosamente en medio de un nutrido fuego
enemigo, que tenía gran empeño no sólo en que no se
retirase el cadáver, sino en apoderarse de él. El
“paqueo”, durante la noche y madrugada, fue bastante
intenso por el frente sur, sitio donde cayeron los falangistas
por la mañana. Los ruidos subterráneos se siguen oyendo con
más intensidad. Bajas en este día: Cuatro muertos y nueve
heridos.
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