Biografía
de José de Moscardó Ituarte. |
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Nació en Madrid en 1878. Militar de
Infantería. Finalizados sus estudios, se curtió en las
guerras africanas y en 1897 se trasladó a Filipinas,
participando en las operaciones que se llevaron a cabo en las
posiciones coloniales. Concluidas las mismas, regresó a España.
Con la sublevación de las cabilas del Rif, en Marruecos, acaecida en el año 1909, se traslada allí,
participando con su unidad, el Regimiento de Voluntarios del
Serrallo, en varios enfrentamientos. En el año 1929 es
ascendido a coronel, siendo nombrado director del Colegio de
Huérfanos de Toledo. Al inicio de la II República, en abril
de 1931, por los decretos de reforma militar de Manuel Azaña
Díaz, es degradado a teniente coronel. En las elecciones
generales de 1933, con el triunfo de las derechas, la situación
de los militares “africanistas” mejora ostensiblemente y
José Moscardó es nombrado en 1934, Comandante Militar de
Toledo y repuesto, por antigüedad, en el cargo de coronel,
que es el que tenía antes de la llegada de Azaña al poder. |
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En febrero de 1936, tras la mayoría
del Frente Popular en las elecciones, le nombran director de
la Escuela de Educación Física de Toledo, teniendo como misión
prepara al equipo olímpico que tiene que representar a España
en las Olimpiadas de Berlín.
En julio de 1936, puesto de acuerdo con
los militares que preparaban el alzamiento, y después de
negarse a entregar las armas y las municiones a las milicias
del Frente Popular -que
le habían sido solicitadas por el subsecretario de Guerra, el
general Federico de la Cruz Boullosa, y más tarde por el
teniente coronel Juan Hernández Sarabia, los generales
Sebastián Pozas Perea, José Riquelme y López-Bago, y el
ministro de Instrucción Pública, Francisco Barnés Salinas-,
el día 21 de julio, a las 7 de la mañana, ordenó a las
unidades que estaban bajo su mando que procediesen a declarar
el estado de guerra en la plaza, lo que inmediatamente
hicieron con las solemnidades del caso. El capitán Vela, al
mando del piquete reglamentario, leyó en el patio del Alcázar,
a los pies de la estatua de Carlos V, el Bando de guerra
firmado por el coronel José Moscardó Ituarte, en su calidad
de Comandante Militar de la Plaza.
Ocupada la ciudad por las tropas
Nacionales, no pudieron resistir éstas los duros y violentos
ataques que, por tierra y por aire, dirigieron contra las
mismas los frentepopulistas, por lo que, con unos 1.250
hombres, 500 mujeres y 50 niños, decidió replegarse a la
fortaleza del Alcázar, donde tras mil vicisitudes -entre
otras, la de rechazar una propuesta de los asediantes,
consistente en salvar la vida de su hijo Luis, que se hallaba
en poder de los rojos, a cambio de entregarse él y los que le
seguían-,
consiguió resistir hasta el 28 de septiembre de 1936, fecha
en que fue liberado por las tropas mandadas por el general José
Enrique Varela Iglesias. Al pisar los libertadores las ruinas
inmortales, el defensor de la fortaleza, José Moscardó, dijo
escuetamente: “Sin novedad en el Alcázar, mi General”.
Un periodista extranjero, al contemplar estos hechos,
escribió: “Arrodillémonos ante estos hombres: son la
dignidad del mundo. Ellos nos engrandecen con su heroísmo.
Por ellos estamos seguros de que el alma humana es todavía
capaz de infinita grandeza”.
Al día siguiente de la liberación,
llegó Franco, siendo saludado por el Coronel Moscardó con
estas palabras: “Mi general, le entrego el Alcázar
destruido, pero el honor queda intacto”.
Durante los 70 días de asedio, la
fortaleza del Alcázar recibió un alud de fuego y metralla: más
de 15.000 proyectiles de artillería, 500 bombas de avión y
dos minas, cargadas con 2.500 kg. de trilita cada una, que al
hacer explosión, se oyó a 70 km. de Toledo. Decididos los milicianos a terminar de una vez, se proyectó
la explosión de las minas, para el 18 de septiembre de 1936,
esperando que el resto de la fortaleza se derrumbe, invitando
a dicho acto al presidente del Gobierno rojo, Francisco Largo
Caballero, a Dolores Ibárruri “La Pasionaria” y a
diversos medios de comunicación, encargando al comandante
Luis Barceló, afiliado al Partido Comunista y miembro de la
UMRA (Unión Militar Republicana Antifascista), que una vez
hubiesen estallado las minas, los milicianos rojos tenían que
iniciar el asalto al interior del edificio. El asalto fue
rechazado por los defensores del Alcázar, arrancando incluso
una bandera que los frentepopulista colocaron en lo alto de
las ruinas, dando a entender que la posición había sido
tomada.
El Frente Popular había anunciado
repetidas veces la toma del Alcázar, pero la falsa noticia
era desmentida por los hechos.
Durante el sitio creó un diario
llamado “El Alcázar”, que se comenzó a publicar
en ‘ciclostyl’, un boletín de noticias, y que
posteriormente se convertiría en periódico, hasta que se vio
obligado a cerrar por el ‘democrático’ comportamiento del
PSOE, en la década de los ochenta.
Condecorado con la Cruz Laureada de San
Fernando, fue ascendido a general, encargándose del mando de
la División Soria y, después, del Cuerpo de Ejército de
Aragón.
En 1941 fue designado por Franco como
representante del Ejército en la visita al frente ruso donde
combatía la División Azul.
Como capitán general de la IV Región
Militar, tuvo que hacer frente, en 1944, a los intentos de
resistencia de la guerrilla antifranquista en el Valle de
Arán,
conocidos como ‘maquis’. El 9 de octubre de 1944,
cruzan la frontera francesa unos 12.000 hombres armados, que
las tropas de Moscardó los reducen antes del mes de
noviembre.
El 6 de abril de 1946 va destinado como
teniente general a la Región Militar de Andalucía, hasta el
26 de octubre del mismo año, en que pasa a la situación de
reserva.
Ocupó diversos cargos profesionales y
políticos, tales como: Jefe de la Casa Militar del Jefe del
Estado; capitán general de las regiones militares II y IV;
presidente del Comité Olímpico Español; procurador en
Cortes; vocal del Consejo Nacional de Educación; consejero
del Patronato de Apuestas Mutuas Deportivas; canciller
de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas; jefe de la
milicia y consejero nacional de FET y de las JONS; delegado
nacional de Deportes; vocal de la Comisión Nacional de
Cooperación con las Naciones Unidas; etc., etc.
En 1948, el Jefe del Estado Francisco
Franco le hizo merced del título de conde del Alcázar de
Toledo, con grandeza de España
Falleció en Madrid en 1956, a los 78 años
de edad.
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