La LOE, retroceso de
libertades
Ana Ranea.
El Gobierno dice que da por cerrada la
negociación con la Iglesia sobre las clases de religión. Al no
plegarse el episcopado a la postura del Ejecutivo, se zanja el
asunto, y listo. Recordemos que la Ley Orgánica de Educación (LOE)
discrimina las clases de Religión católica, que ni figuran como
oferta obligada en los centros, además de carecer de puntuación
académica y asignatura alternativa. Hasta ahora ha sido opcional y
puntuable.
La Carta Magna que prometieron cumplir nuestros
gobernantes afirma: "el derecho de los padres a que sus hijos
reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo a sus
propias convicciones", (art.27.3), además, lo reconoce la
Constitución Europea y la Declaración de Derechos Humanos. Pues
bien, el Ejecutivo, con la LOE incumplirá sistemáticamente éstos
tratados.
En vez de estimular una escuela moderna, plural
y libre, quieren implantar la educación adoctrinadora, -propia del
socialismo real del siglo pasado- pública y laicista, cuando
nuestra Constitución es aconfesional, algo distinto. Es decir, al más
puro estilo intervencionista y totalizador, incluyendo además la
nueva asignatura de "Educación para la Ciudadanía" que
estará marcada por la ideología político-social del Gobierno de
Rodríguez Zapatero.
El texto de la LOE garantiza la oferta de
centros públicos, pero no de concertados. El modelo educativo que
pretende impulsar el Gobierno vulnera la libertad ciudadana, está
fuertemente politizado, suprime derechos y libertades, siendo todo
un retroceso democrático.
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