"Vamos a quemar la Conferencia Episcopal por machista y
patriarcal" fue uno de los esloganes durante la marcha del
Orgullo Gay de Madrid . El insulto, la mofa y la blasfemia fue el
argumento principal, aparte de las alabanzas a Zapatero. El
respeto y la tolerancia brillaron por su ausencia. Parecía más una
manifestación contra las familias y especialmente contra los católicos.
El comunicado final fue una ofensa nueva hacia la Iglesia Católica
y el PP, como era de esperar. La palabra "homófobos"
fue la reina . Aquí si no comulgas con ruedas de molino hacia lo políticamente
correcto es que odias a los homosexuales. No estar de acuerdo en bodas
ni adopciones, lógicamente, no es odiar a nadie.
No lograron reunir ni a la mitad de personas convocadas el 18-J
por el Foro de la Familia.