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Tregua
trampa de ETA.
José Luis Muñoz.
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Tregua
permanente, ¿a qué precio?. El Gobierno a través de la
Vicepresidente ha declarado que "nuestra voluntad es que esto
sea el principio del fin".
Esperemos
que no sea el fin de España, porque de la lectura del comunicado
etarra se desprende que se inicia el proceso de independencia de
Vascongadas, una vez que está a punto de culminar la separación de
hecho de Cataluña.
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Después
del segundo "comunicado" de ETA ya no nos puede quedar
duda alguna de que esta tregua, alto el fuego o como rayos se la
quiera llamar, es una vergüenza y una tomadura de pelo a los españoles.
Con
ETA el único diálogo que cabe es cuando, como y donde los
terroristas entregan las armas y se rinden a las fuerzas policiales
para pasar a continuación a disposición judicial al objeto de ser
juzgados y en su caso condenados.
Fuera
de eso, cualquier negociación o diálogo es una ignominia para las
víctimas, un baldón del Estado de Derecho y una traición a España
y los españoles, cuando además la tregua se condiciona a la
consecución de su objetivo que no es otro que la independencia de
Vascongadas con la consiguiente ruptura de la Unidad de España.
No
nos engañemos, ETA sigue estando donde siempre y el Gobierno de
España no se puede rendir a sus exigencias.
Y
lo que también resulta bochornoso en este caso, es la actitud del
Fiscal General del PSOE, que se ha convertido en valedor y defensor
del entorno etarra. Vamos, que es de vergüenza ajena.
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Generalísimo.
