SIEMPRE
CON FRANCO
Por Daniel
Lo
que más sorprende es que prácticamente transcurridas tres décadas
desde su muerte, el nombre de Francisco Franco, por razones distintas
al análisis histórico de su tiempo, continúe de forma omnipresente
en la vida mediática y política española. Llega a parecer que es
que no pueden pasar sin Franco. En la mayor parte de los casos se debe
al vano intento de lograr una victoria que no pudieron obtener en
vida, no es más que la manifestación más evidente de la frustración
que les acompaña; otros, aún hoy, tratan de hacerse perdonar viejas
subordinaciones personales o familiares.
Nadie,
en las nuevas generaciones españolas, arrastra traumas ni rencores
debidos a la Cruzada del 36.
No
hay "catarsis" o exorcismos necesarios: nuestra Cruzada
contra el comunismo no es el fantasma de nuestro castillo. Y, sin
embargo, existe una izquierda tan anacrónica que sus intelectuiales,
para expresarse, no escriben folios, sino que mueven el vaso sobre una
tabla "oui-ja", que emplean como excusa la necesidad de una
catarsis para intentar mantener abierto el frente del Ebro. Lo llaman
"recuperación de la memoria histórica" que, en su caso, es
selectiva, puesto que jamás recuerda las "chekas", ni las
fosas comunes en Paracuellos, ni los "paseítos" y
"sacas" de las milicias comunistas, ni la violencia roja que
a partir de octubre dejó planteado el tablero bélico, ni la
infiltración estalinista -"Viva Rusia, muera España- con la que
estábamos abocados a convertirnos en la única nación esclava de la
URSS a este lado europeo del telón de acero.
La
izquierda mantiene abierto el frente del Ebro para poder marcar con el
estigma "facha", "asesino de Lorca", a cualquiera
que desafíe sus moldes ideológicos. Y en España llevar la marca
"facha" impuesta por cualquier "cheka" progre es
como que te preceda el sonido de una campanilla de leproso. A pesar de
los 65 millones de muertos bajo los diferentes totalitarismos
comunistas, con la palabra "rojo" no ocurre igual; con
presentarla, de hecho, te dan una subvención en Cultura. Lo que sí
es nuevo, en estos conservadores de la "memoria histórica",
es que pretenden ahora bendecir a los etarras como "víctimas del
franquismo".
4
de Diciembre de 2.004.-
