Un año más los
politicuchos conmemoran el aniversario de la Carta Magna que ellos
mismos han degradado y siguen auto destruyendo poco a poco con la
ayuda de los radicales separatistas y nacionalistas, los cuales han
sido alimentados desde el gobierno de Felipe González.
En este proceso de
destrucción de la Constitución Española, sólo nos cabe decir que
el día 6 de diciembre se celebra el día de la Santa Prostitución,
un documento al que todo el mundo le mete la mano para satisfacer su
“ego” y sus instintos más bajos.
La muestra de ello
ha sido el manifiesto de los socialistas, en
el que sostienen que la Constitución de 1978, junto a la de 1931,
"representa la más alta plasmación en la historia del pueblo
español de su voluntad de vivir en un régimen democrático",
y que la laicidad es el "marco idóneo" y
un "requisito para la libertad y la igualdad" en el
proceso migratorio que está viviendo España. Es decir, que quieren
romper todo lo acordado en la Transición, para la reconciliación
de las dos Españas y volver al periodo más nefasto de la historia
de España como fue la II República, dónde reino el caos, desorden
y la muerte. Pero estos individuos como siempre cuentan la historia
a su manera y se olvidan que los primeros en destruir la II República
fueron los socialistas con el golpe de estado de 1934 o con el
asesinato del jefe de la oposición José Calvo Sotelo.
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Primera
hoja de la Constitución Española de 1978
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La izquierda que nunca ha creído en la Constitución Española, como no
creyó en la constitución de 1931, es la que ampara a terroristas,
radicales separatistas y nacionalistas, y justo son los que no van a
acudir a los actos del XXVIII aniversario de la Constitución,
todo ello muy curioso, pero en nada sorprendente..
Otra de las
estrategias de la izquierda es la destrucción y eliminación de los
españoles que no piensan como ellos, es decir, el exterminio del
contrario, uno de los fines de la II República, tan invocada por
ellos. Nunca han aceptado a los que no piensan como ellos, sino que
se han valido de la inocencia de la derecha para adueñarse del
poder y de esta manera perseguir y eliminar al contrario, de ahí,
la complicidad de la izquierda en general con el terrorismo de ETA.
Por eso apoyaron en su momento la Carta Magna, pero sólo para
utilizarla para sus fines políticos y sectarios.
Ante este panorama
nacional y ante esta Carta Magna en estado agónico, la Iglesia
española tenía que celebrar este día, como el día de la Santa
Prostitución, de esta manera los españoles tendrían un día de
fiesta un poco más completo, por ser religioso y festivo y no un
día festivo y sin mucho sentido para el pueblo llano y sencillo.
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