El día 28 de
noviembre de 2006 a las 20 de la tarde en el Aula Magna de la
Universidad San Pablo CEU de Madrid. Fue presentado el libro: “En
una España cambiante. Vivencias y recuerdos de un ministro de
Franco”, publicación póstuma de Don Pedro González-Bueno y Bocos (q.e.p.d.).
Dicha presentación se realizó en un Aula abarrotada de personas
que con gran atención escuchaban a los ponentes. Entre las
personalidades que acudieron a la presentación del libro estaban Dña.
Carmen de Franco, Don Ricardo Pardo Zancada, Don Blas Piñar,
algunos representantes de la Fundación Nacional Francisco Franco y
algunos directivos y profesores de la Universidad San Pablo CEU.
El acto fue
presentado por el editor del libro: Sr. Don Javier Ruiz Portella de
la editorial Áltera y fueron interviniendo, primero don Juan Luis
Calleja, segundo el ex ministro de Francisco Franco, Excmo. Sr. Don
Fernando Suárez González y por último el hijo del autor, don
Pedro González-Bueno Benítez.
Al termino de la
presentación, el hijo del autor don Pedro González-Bueno Benítez
procedió a firmar ejemplares del libro de su padre.
|
|
Palabras del Sr.
Don Juan Luis Calleja.
¿Cómo escribía
don Pedro? ¿Qué me sugiere a mí cuando lo leo? Pues que estaba en
casa en su biblioteca, tal vez en zapatillas, paseando, recordando,
callado, dictándose a sí mismo sus recuerdos, es así como yo
pienso que él escribía domésticamente sin darse importancia, sin
pensar que la gente se enterará de nada de lo que escribía.
Porque en su obra
hay una ausencia absoluta de teatro, no hay espectáculo, no hay ni
gestos grandilocuentes, ... es de una sencillez clásica .... No te
das cuenta que le estas leyendo, te está trasparentando su
pensamiento, con toda sencillez.
Durante la guerra
escribe, con el trabajo al fondo, y cuando se acaba la guerra y
comienza la paz, el trabajo esta en el primer lugar, pero con España
siempre al fondo.
Podía haber escrito
páginas y páginas como han hecho algunos, sobre la pobreza de España
(...)
Pero de una manera
sencilla y con pocas palabras describe la situación de pobreza en
España. Yo nunca he leído algo más tremendo y más expresivo de cómo
vivían algunos españoles en el campo: “
Y no vuelve a hablar
más el autor de la pobreza en España ... no hay ninguna propaganda
de ningún tipo en este libro, ni para ponerse de relieve el trabajo
que se hizo aquí, para salvar España en los famosos 40 años.
Sencillez por la que
él, va contando cosas que nosotros sacamos deducciones, no dedica a
los grandes hechos de la guerra, grandes párrafos ... del Alcázar
de Toledo lo resuelve en tres o cuatro líneas....
...de Franco hace
retratos casi diría yo involuntarios...
de la personalidad
increíble del Generalísimo, el elogio a Franco escasea en este
libro austero, la admiración surge según leemos hechos, datos y
cambios grandes y pequeños, en el ilusionante ambiente pero movido
por Franco. Pero no hay en este libro aclamaciones y aparatosos
loores, es el lector que nos va poniendo según tropieza con cosas
como estas:
“Curiosamente,
era el Generalísimo el que menos limitaba ese pleno ejercicio de
la responsabilidad de cada ministro. Escuchaba, preguntaba en algún
caso y asentía o callaba” (pág. 164)
Los temas del libro
son el Fuero de los Españoles, el Fuero del Trabajo, el Instituto
Nacional de la Vivienda, el Servicio Nacional del Trigo, todas estas
cosas que se iban desarrollando en plena guerra.
Yo recuerdo (viví
en las dos zonas) vivíamos en paz. España zona nacional, vivía en
paz, la guerra la teníamos en el fondo, pero el ambiente era de
paz, no como la zona roja que era algo espantoso.
El libro de Rodríguez-Bueno,
describe lo que hicieron durante la guerra y sus muchos trabajos; lúcidos,
penosos, brillantes, ... los hizo en “servicio y con la ilusión
de trabajar por esa España verdadera”. (estas últimas palabras,
las pronuncio con gran emoción)
Excmo. Sr. Don
Fernando Suárez González.
Es un libro
indispensable.
Quiero referirme al
contexto en el que se publica este libro. La ley 24/2006 del 7 de
Julio-8 de Julio de 2006 Boletín Oficial del Estado, dispone que el
año 2006 sea el año de la memoria histórica.
Artículo único:
“con motivo del 75 aniversario de la proclamación de la II República
en España, se declara el año 2006, como año de la memora histórica,
en homenaje y reconocimiento de todas los hombres y mujeres, que
fueron víctimas de la Guerra Civil Española o posteriormente de la
represión de la dictadura Franquista por su defensa de los
principios y valores democráticos...”
Y en el preámbulo
se dice con toda claridad: “Hoy resulta oportuno recordar, y
honrar a quienes lucharon contra la dictadura, en defensa de las
libertades y derechos fundamentales, de las que hoy
disfrutamos...”
Es absolutamente una
necesidad nacional, que nos volquemos todos y cada uno de nosotros
en no dejar que engañen a nuestros hijos y a nuestros nietos.
Porque les están engañando de manera sistemática, falaz y
mentirosa.
El día 3 de
septiembre de 2006, el B.O.E publica la concesión de subvenciones,
destinadas a las actividades relacionadas con las víctimas de la
Guerra Civil y del Franquismo, es una lista de subvenciones que
ocupa dos páginas del B.O.E. con miles y miles de euros.
Esto obliga a que la
memoria histórica sea memoria de todos, no sólo la memoria de una
parte de la población, porque no se trata de compensar a los que
han sufrido, no se trata de eso, se trata de haber eliminado todos
los monumentos a verdaderos héroes nacionales, después de quitar
las calles de todas las autoridades del Régimen y de los mártires
de la República, como José Antonio Primo de Rivera, por ejemplo
entre tantos otros, entonces ahora se trata de hacer los monumentos
a los otros y volviendo a poner en cuestión la unidad que habíamos
conseguido de todos los españoles.
Y naturalmente para
que la memoria sea completa, es indispensable que se publiquen
libros como este. Que hay que esforzarse en publicar, antes de que
desaparezcan los testigos ... porque cuando desaparezcan los
testigos es más fácil el bulo y la mentira.
Entonces en este
libro, queda bastante claro, lo que le ha tocado vivir y ha visto.
Cuenta su experiencia de la inquietud de la república: “La
situación social era cada vez
más tensa y a diario se multiplicaban las agresiones,
asaltos, destrucciones, etc. Comenzó en aquel tiempo la actuación
pública de José Antonio Primo de Rivera, que salía a la palestra
en defensa de la memoria de su padre, tratado con una dureza e
ingratitud que no merecía quien había logrado poner orden en el
caos social y económico de aquel tiempo y había llevado a cabo un
importante plan de mejoras en obras públicas...” (pág. 73-74)
La crisis de la república
española, es la crisis de todo un modelo, es la crisis de la
democracia liberal, la crisis del capitalismo liberal, la amenaza
soviética por oriente, es un momento de convulsión absoluta y los
españoles que más y mejor reflexionan sobre la situación, como el
propio José Antonio Primo de Rivera en un año y medio de vida pública,
consigue convencer a mucha gente que no se puede seguir viviendo en
los privilegios históricos de los pudientes, no se puede seguir en
la situación del campo español, no se puede mantener fuera de la
vida social a millones de españoles ...
Nacional
Sindicalismo, la posibilidad de que los trabajadores organizados en
sindicatos tuvieran acceso a la producción, tuvieran acceso a la
educación, mejoras de su condición de vida. Esto es lo que está
detrás de toda esa parte del Régimen de Franco, el Fuero del
Trabajo es un documento que leído actualmente es anacrónico, como
todos los documentos que tienen 70 años, pero leído en su momento
es un autentico manifiesto revolucionario.
¿Por qué va a ver
huelgas si hay Jueces que pueden aplicar las leyes? Hagamos que los
Jueces apliquen las leyes sociales, se crea la Magistratura de
Trabajo. ¿Por qué el trabajador va a tener que hacer huelga para
un mejor salario? La producción es la que tiene que conseguir
elevar el nivel de vida y así sucesivamente.
¿Quién hace
imposible las reformas? Los desmesurados, los radicales, los
revolucionarios de café, los que hacen imposible cualquier avance
en la legalidad. Esa crisis tiene que acabar desgraciadamente como
acabó, cuando se asesina al Jefe de la Oposición, y comenzarán a
poner orden como supieron y pudieron, naturalmente mediante un Régimen
militar, y con paulatinas reformas, que concluye en la restauración
de la monarquía y en la democracia que disfrutamos.
Las cosas no están
bien, ¿nos hemos equivocado? En lo básico no nos hemos equivocado.
Una de las cosas que los españoles de dentro de un siglo, reconocerán
a Franco, será que la monarquía Alfonsina acabó en república, la
república en guerra civil y el único régimen, digamos
excepcional, que concluyo con naturalidad, con orden y con
democracia, ha sido el Régimen de Franco. Y los hombres buenos como
don Pedro González-Bueno que colaboraron desde el primer momento en
estructurar un país que sale de la guerra, que sale de la miseria,
que sale de la lucha de clases, y que pasa de la renta per cápita
de 420 dólares a 2620 dólares y del 26% de analfabetos al 2%. ¿Cómo
quiere Usted hacer la democracia con el 26% de analfabetos y con una
renta de 420 dólares? Es una democracia para minorías, para
dirigentes, al margen de la realidad social. Y esto se ha conseguido
por primera vez como consecuencia ineludible del Régimen de Franco,
que al cambiar la piel de España hizo necesario cambiar el traje
político. Y el Rey de España heredó la lealtad y adhesión que
Franco pidió para él y la democracia de hoy no se explica sin el
desarrollo, tanto económico, como político de los famosos 40 años,
que se quieren además de olvidar, denigrar, cuando es la población
española la que aclamaba aquella figura, y una tranquilidad, un
orden, una paz, un progreso, de la que algunos sientes nostalgia.
Creo que los temas
se pueden arreglar democráticamente, pero para eso hay que elevar
la conciencia, para eso hay que contar en libros como este la
verdad. Y la verdad de don Pedro González-Bueno está explicada en
este libro.
“Es una persona
ejemplar, un gobernante honestísimo y un español que se dedicó,
ha hacer bien a España”.
Quiero declara ante
Ustedes que don Pedro y yo, trabajamos al servicio de una figura
histórica, la que con toda justicia se le reconoció la grandeza de
España, que con tanta dignidad lleva su hija. Muchas gracias.
Sr. Don Pedro
González-Bueno Benítez
A principios de los
años 70, mi padre ya no ocupaba cargos ejecutivos, dispone de
tiempo, por lo que le animó a que escriba, sus vivencias y estas
son las páginas que componen este libro.
Páginas que han
sido ordenadas, estructuradas y a las que ha dado forma de forma
magnífica Ricardo Pardo Zancada, a quien desde aquí le repito una
vez más mil gracias.
Mi padre nunca pensó
que se publicasen estas páginas, pero yo tuve una gran ilusión en
ello, pero si se ha retrasado, ha sido por circunstancias totalmente
personales. Pero ahora tengo que decir, que no lamento este retraso,
porque dadas las circunstancias que vive España, y la distorsión
que se está haciendo de su historia creo que es un momento más que
oportuno para darlas a conocer a los españoles.
Mi padre fue para mí,
además de padre, amigo, maestro y compañero. Y es por eso por lo
que voy a permitir darles una dimensión del personaje que aunque
trasciende a través del libro, como es natural, hay unos aspectos
que no se filtran suficientemente (...)
Su calidad humana
trascendió en nuestra familia, su cariño y su bondad se
manifestaron en múltiples ocasiones, de las que valga como ejemplo,
un hecho que mi hermana Rosa menciona todavía con emoción: “cómo
volviendo de su trabajo, en momentos todavía con emoción, eran
tiempos de guerra, ella le comentaba siendo una niña lo divertido
que era un capítulo de los cuentos de Celia y él sobre poniéndose
a sus graves preocupaciones se sentaba a leerlo pacientemente con
ella.
Su sentido de la
familia abarcó no sólo a su mujer y a sus hijos, sino a toda esa
gran familia de la que estuvo pendiente toda su vida desde sus
abuelos, hermanos, sobrinos, ...
Fue un hombre simpático
y optimista. Mi padre era simpático y optimista y supo disfrutar de
lo que la vida le ofreció y hacer disfrutar de ello a quien con él
lo quería compartir. Su pasión por la naturaleza (...) le hizo
disfrutar de la montaña y doblemente del mar, (...)
Tuvo un carácter
alegre, que trascendía su proceder incluso en los momentos más difíciles,
era de esas personas que resultaban agradables e interesante su
compañía siempre fue consciente y lucho por la dignidad del
hombre, era algo que le obsesiono siempre y como consecuencia trató
a todo el mundo, con consideración, respeto y llaneza, sin distinción
de clase o posición.
La gran ilusión que
ponía en todo lo que emprendía, su apasionamiento, yo diría
contagioso, unido a su dinamismo e iniciativa, no carente de un
toque de osadía, le impulsaron a cometer proyectos que en muchos
casos fueron calificados como propios de un visionario, cuando lo
que realmente reflejaba era una mente abierta y preclara, propia de
un hombre moderno por su época. Y una muestra de ello, es que otra
de las obsesiones que tuvo desde muy joven, y que veía con
claridad, era que la energía barata, era necesaria para el
desarrollo de un pueblo. Eso hoy por los ingenieros o por los técnicos
es conocido, entonces no lo era, y luchó por ello, mucho.
Su gran motor fue su
amor a España, debido a ello fue un gran defensor de la justicia
social. Actúa siempre como un técnico al servicio del bien común
... este es un libro en el que bien tratan hechos y actuaciones políticas.
Pinceladas sobre
algunos personajes que desfilan a través del libro. Mi padre no sólo
menciona a las personas como si fueran parte de un “mecano”,
piezas de una narración, en muchos casos describe sus características,
su personalidad, su temperamento, lo que hace más comprensible el
libro y se hace más interesante (...)
De don Juan de la
Cierva, habla con verdadero cariño y admiración (...)
De José Calvo
Sotelo, da una visión humana del proto-mártir, como cuando lo
visitaba en el exilio ... habla de sus ideas sobre España sobre sus
inquietudes (...)
De Serrano Suñer al
que cita con frecuencia ... lo describe como hombre inteligente y
capaz que realiza una gran labor con eficacia y entrega, lo que
supuso con valioso apoyo para el Caudillo en aquellos momentos de
guerra (...)
Pero por quien
profesó auténtica admiración y como él mismo dice: “devoción”,
fue por Francisco Franco. Lo primero que sorprende a mí padre al
ser nombrado ministro de la Junta Política, sin conocerle
personalmente le concede su confianza sobre su persona para el
cargo.
Franco fue un gran
“escuchador” y persona que supo delegar, ambas fueron dos de las
grandes virtudes que mi padre apreció desde el primer momento y por
eso dice textualmente: “con la experiencia de toda una vida pensé
como otros muchos españoles que nunca habría conseguido
desarrollar mis ideas y creatividad, sino hubiera sido por su
receptividad y apoyo a todo cuando él en su innata predisposición
a escuchar, percibía como algo constructivo y positivo para España,
prestando además su impulso sin interferir nunca en las
competencias de aquellos a los que correspondía decidir”.
Franco al no ser un
hombre distante, que no lo fue, supo percibir las inquietudes y
necesidades reales que él como Jefe del Estado debería de atender
(...) qué ministro de Franco no ha percibido actuar con total
libertad en las cuestiones de su departamento.
Terminando, lo que
refleja este libro es el cambio tan radical que se ha producido en
este tiempo.
Creo que con la
publicación póstuma de este libro, m padre le rinde su último
servicio a España, al dar a conocer al público, entre otros hechos
el que en plena guerra, aunque sin saber con exactitud quien iba a
ser el vencedor, el Régimen que entonces nacía, tenía como
objetivo primordial, el desarrollo del pueblo español y la grandeza
de España.
Quiero agradecer
sinceramente a todos los asistentes su presencia en este acto.
Muchas gracias.
INICIO
|