La
Razón. 18/12/2005.
Fernando
Giménez Barriocanal
Vicesecretario
para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal
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«Se
hace mucha demagogia sobre la financiación de la Iglesia»
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«La
Constitución establece de forma explícita que el Estado
tendrá que colaborar con las confesiones religiosas y menciona
a la Iglesia católica»
PREGUNTA. Acaba de
aterrizar en su nuevo despacho. Ya ha mencionado en otras
ocasiones que hay mucho por trabajar pero, ¿cuáles son las
prioridades?
RESPUESTA. Hay una
serie de temas, que son los que la gente conoce más, como
intentar buscar una solución aceptable para todo el mundo
en la cuestión de la financiación, o trabajar la
colaboración del Estado con la Iglesia. Y luego, más «ad
intra», está el trabajar en lo que la gente llama «autofinanciación»,
que realmente es la búsqueda de recursos económicos para
sostener la Iglesia. La Conferencia es dueña de dos
editoriales, promociona la Universidad Pontificia de
Salamanca, tiene institutos extranjeros, y, además,
colabora con el asesoramiento de 69 diócesis, 23.000
parroquias y más de 15.000 entidades adscritas a la
Iglesia. Algo que no es fácil, pero que sobre todo es
trabajoso porque surgen mil dudas.
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Fernando
Giménez Barriocanal |
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P. Se ha dicho mucho que es
usted uno de os abanderados de conseguir que la cantidad que se
reciba del IRPF pase del 0´52 actual al 0'8 por ciento.¿Ésta es
una idea factible?
R. Yo no soy abanderado de
ninguna solución. Lo que sí tenemos claro es que hay que
buscar una solución técnica que evite que cada año
tengamos que estar pidiendo lo que por los acuerdos
Iglesia-Estado le corresponde a la Iglesia: la cuantía
similar. Y soluciones técnicas hay muchas. Unas pasan por
la subida del coeficiente. Pero no tiene por qué ser
únicamente esta subida. Ni tiene por qué ser el 0'8 por
ciento. Hay muchas cosas que trabajar. Hay que estudiar qué
es lo que ocurre cuando la gente no hace declaración de la
renta, pero paga impuestos vía retenciones, y ver qué
ocurre con esos contribuyentes. Hay que ver si estamos
aplicando correctamente la cuota concreta. Hay que ver por
qué cada vez que el Gobierno publica los datos no publica
los datos del País Vasco y Navarra. |
Complemento
del Estado
«El
complemento a la Iglesia ha ido a menos, no a más
como se ha dicho. Eso, o son tonterías o viene de
gente mal informada» |
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P.¿Y porqué?
R. Porque las competencias de
recaudación ti están transferidas a las haciendas forales. Lo cual
no impide que ese IRPF vaya a favor de la Iglesia. Yo sí tengo los
datos porque me molesto en pedírselos a las haciendas forales, y
tengo una tabla completa de la cantidad de dinero que se ha
recaudado por IRPF de Navarra, Vizcaya, Guipúzcoa y Álava. Pero
ignoro si ese dinero se lo reclama la Agencia Tributaria Española a
las haciendas forales. Cuando sacan el dato de que se ha recaudado
(según los datos del 2003) 106 millones de euros por la asignación
tributaria, no es verdad. El dato concreto son 116 millones. Faltan
diez millones que son los 3 de Navarra, los cuatro y algo de
Vizcaya, los casi 2 de Guipúzcoa y el millón de Álava. Hay muchas
cosas que trabajar. Por ejemplo, qué va a ocurrir si hay varias
agencias tributarias. Por tanto, decir que todo se soluciona pasando
del 0'5 al 0'8 por ciento es una solución simplista.
La Iglesia quiere una solución
que quite problemas al Gobierno, porque tiene que completar, y que a
nosotros nos dé autonomía real para poner en marcha nuestras campañas
y para no estar dependiendo de un dinero que nos corresponde pero
que algunos ven como una limosna o como si nos lo estuvieran
regalando.
P. Entonces, ¿por qué algunos
han dicho que ese complemento es inconstitucional y se habla de «sobrefinanciación»?
R. Se han dicho cosas que,
o son tonterías o vienen de personas mal informadas. La
vicepresidenta ha dicho: «Lo que recibe la Iglesia cada vez va a más».
En al año 2000 se recibieron 30 millones de complemento; en el año
2001,23; en el año 2002, con una rebaja fiscal, 27; y en año 2003
no llegó a 20 millones de complemento. Quiere decir que los
complementos han ido a menos, no a más. En segundo lugar, que sea
inconstitucional es absolutamente ridículo. La Constitución
establece de forma explícita que el Estado tendrá que colaborar
con las confesiones religiosas, y menta a la Iglesia católica. La
Iglesia no se queja porque el Gobierno haya creado una fundación
para entregar dii1ero a la federación de musulmanes, no sé si con
30 o 40 millones de euros. Si el Gobierno lo quiere crear, que lo
cree. Pero decir que lo de la Iglesia es un privilegio es absurdo
porque los acuerdos Iglesia-Estado están aprobados en 1979,
refrendados con una amplísima mayoría del Parlamento y votados por
todos y cada uno de los diputados.
P. Todos los Gobiernos lo han
utilizado como «moneda de cambio». ¿Les interesa la
autofinanciación de la Iglesia o es un activo para intentar
presionar a la Iglesia?
R. No lo sé. Pero en todo
proceso de negociación o interlocución, siempre es interesante
tener un arma frente al otro para poder intentar negociar. Eso es lógico
e incluso legítimo. En los 13 o14 años que llevo aquí, esta casa
nunca se ha sentido presionada por eso. Entiendo que es difícil de creer,
pero los posicionamientos de los medios de comunicación de la
Iglesia, los posicionamientos claros de la Iglesia cuando ha habido
iniciativas legislativas que van en contra de la moral, demuestran
que la Iglesia siempre ha mantenido una postura firme y sin pensar
en «nos van a quitar esto o lo otro».
P.
A tenor de lo visto, ¿se intenta que la Iglesia no levante su voz a
cambio de no tocar la hucha?
R. No sé si ha habido en
algún momento alguna pretensión de ésas, pero creo sinceramente
que a día de hoy los interlocutores por parte del Gobierno tienen
claro que es difícil que la negociación pueda ir por esa vía.
Evidentemente, cuando uno se sienta a hablar lo primero que surge es
el típico comentario «desde luego, cómo nos sacuden ustedes aquí
o allá». Pero en1os medios de la Iglesia hay mucha más libertad
de lo que la gente piensa.
P.
La cadena COPE, entonces, es una voz libre, pero crítica.
R.
Sí. Hay gente que escucha tres o cuatro cosas y hace un
juicio crítico. La cadena COPE tiene un ideario que apuesta
por la familia en su versión integral, por la vida, por la
educación, por los hijos, por un proyecto de cultura.
Cuando las cosas no van por ahí, y no van por ahí, tiene
que emerger su voz. Hay veces que lo hace mejor y hay veces
que lo hace peor, pero la COPE, en este momento, está
haciendo un gran servicio a la sociedad por ofrecer una
visión y una opinión que es bueno que existan.
P. Igual que ha
tomado el relevo de Bernardo Álvarez al frente de asuntos
económicos, ¿va a sucederle también al frente de la COPE?
R. Lo veo
poco probable. Hoy por hoy, si me lo ofrecieran diría que
no. A don Bernardo le queda cuerda para rato. |
Críticas
a la COPE
«La COPE está
haciendo un gran servicio a la sociedad por ofrecer
una visión y una opinión que es bueno que
existan» |
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P.
En materia educativa, ¿se va a respetar lo tocante a la financiación,
por ejemplo en lo que perciben los padres?
R.
En este asunto hay una gran demagogia cuando se dice que ese
dinero se está dando a la Iglesia o a las instituciones de
Iglesia. Aparecen esas cifras escandalosas de 3.000 millones
de euros, cuando lo que se está haciendo es pagar un
servicio que se está presentando en condiciones muy
ventajosas para la Administración pública. Los colegios
realizan un servicio y a cambio se recibe el importe de los
conciertos que apenas sirve para pagar a los profesores.
Cuando se plantea esto en términos de ayuda a la Iglesia es
una demagogia brutal. Es como si se dice que a los
funcionarios les ayuda el Gobierno. Hay que mantener una
posición de fuerza para que no se haga demagogia. y que se
diga abiertamente cuántos padres en primera opción deciden
llevar a su hijo
a un colegio público y cuántos a uno concertado.
Que se pregunte a los padres por qué deciden eso. El
Gobierno lo único que tiene que hacer es responder a las
demandas de la sociedad. Todo lo demás es demagogia. |
Colegios
concertados
«El
Ministro de Educación debe responder a las demandas
de la sociedad. Todo lo demás es una
demagogia brutal» |
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P. ¿Demasiada demagogia con la
Iglesia?
R. En materia económica, sí.
y obedece a muchos prejuicios y a una visión muy trasnochada y con
muchos clichés de lo que es la Iglesia. Nosotros tenemos que hacer
autocrítica, y hacer un esfuerzo de transparencia contable.
Explicar que un obispo no gana más de 900 euros al mes o que la
mayoría de sacerdotes cobran en tomo a los 600 euros. Dónde está
el dinero, cómo se está distribuyendo. Con eso, toda la demagogia
desaparece porque a la hora de la verdad, cuando uno tiene en su
casa un enfermo terminal, cuando cae en la droga un chaval o cuando
hay un enfermo de sida, al final todo el mundo quiere que le atienda
esas monjitas que no lo hacen ni por todo el dinero del mundo sino
por caridad, por amor y fe.
P. Los ataques vienen siempre
por los mismos flancos, ¿desconocimiento o interés partidista?
R. Se debe a las dos cosas.
Por partidismo y por tics como «a mí me pegaron los curas cuando
era pequeño» y cosas que la gente aún tiene en la memoria, pero
que los jóvenes no han vivido. Hay desconocimiento y mucha gente
tiene una imagen de la Iglesia y de la fe muy trasnochada. Primero
hay que encontrarse con Jesucristo, con un Dios que te quiere sobre
todo cuando te portas mal y eres pecador. Cuando haces todo eso que
dicen que no debes hacer, El te quiere y te perdona. Es una
experiencia vital que se debe descubrir y que quien no la tiene le
va a costar entender todo esto.
P. ¿Cómo prefiere terminar
esta entrevista?
R. Animo a la gente, a
todos los católicos, a participar en la Iglesia. El que se ha
encontrado con Jesucristo tiene que participar en la Iglesia en
todo. Unos dando catequesis, otros colaborando en la acción social.
Porque la fe afecta a toda mi persona. Yo estoy aquí por fe, no por
otra razón. Estaría mucho mejor en mi facultad, no tendría
problemas y vivir la muy a gusto. Pero la fe abarca todo, y también
abarca la economía. Hay gente que la moral la tiene sólo de
cintura para abajo, y la moral hay que tenerla también en la
cartera, y saber compartir y vivir la comunión de todos los hijos
de Dios.
«La
Iglesia ha perdido un 10 por ciento de poder adquisitivo» |
P. La situación de la
cuantía similar, ¿cómo se está llevando a cabo? ¿Por qué se
dice que se parte de un presupuesto imposible en la asignación del
0´5 por ciento?
R. Cuando se firmaron esos
acuerdos, lo que se hizo es sumar todas las cantidades que recibía
la Iglesia para su sostenimiento. El resultado de esa suma es lo que
el sistema debe proporcionar de forma similar. Y la interpretación
del acuerdo siempre ha sido que la cuantía similar es la misma
cantidad que el año anterior, actualizada convenientemente. En ningún
sitio pone que tenga que ser la inflación, pero siempre se entendió
así. En los últimos 14 años la Iglesia ha perdido un 10 por
ciento de poder adquisitivo. La solución que decidió
unilateralmente el Gobierno en 1987 es incorrecta porque parte del
supuesto de que el cien por cien de los contribuyentes tuvieran que
marcar la casilla. Si se hubiera puesto un coeficiente adecuado, la
Iglesia estaría percibiendo muchísimo más dinero. En los años
que lleva la asignación tributaria, igual que en términos reales
ha disminuido un 10 por ciento lo que recibe la Iglesia, lo que
marcan los contribuyentes, ha subido un 50 por ciento. De cada 100
euros que recibe la Iglesia, 85 corresponden a lo que entregan los
fieles. Por eso queremos que ese complemento desaparezca.
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