Ayer día 8 de septiembre fue retirada la
estatua del Comandante Francisco Franco de la plaza
General Macías por unas obras que están acometiendo en la
citada plaza. Lo que ha provocado infinidad de protestas y
multitud de teorías para conocer su definitiva ubicación,
pero hoy el Sr. Rafael Marín consejero de Fomento de Melilla,
ha realizado unas declaraciones que esperamos sean verdaderas. |
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Según las últimas declaraciones del Consejero
de Fomento de Melilla aparecidas en un diario digital
de Melilla ha dicho que la retirada de la estatua del Comandante
Francisco Franco es "de forma provisional". Desde el año
1977, había permanecido impasible al paso del tiempo frente al
recinto amurallado de Melilla la Vieja.
Sin embargo, y aunque muchos ya habían visto
en esto la retirada definitiva de esta estatua histórica, Marín ha
asegurado que tan sólo será una retirada provisional en tanto en
cuanto finalizan las obras de remodelación que la Ciudad Autónoma
está llevando en la zona en la que lleva instalada 28 años.
El consejero de Fomento, además, ha asegurado
que una vez que acaben las obras, la estatua del Comandante Franco
regresará a la misma zona aunque un poco escorada hacia la entrada
al Puerto.
En opinión de Rafael Marín, esta estatua de
Franco evoca una parte de la historia de Melilla, ya que recuerda
como en 1921, el Comandante Franco llegaba a Melilla, junto al
Comandante Carlos Rodríguez Fontanez, portando una de las dos
banderas de la Legión, por lo que "por mucho que intentemos
quitarla, la historia no la cambia nadie".
Es por ello por lo que, lejos incluso de hablar
de la eliminación de la estatua como muchos pretenden y desean, el
consejero ha hablado de la posibilidad de añadirle la figura del
Comandante Rodríguez Fontanez y las dos banderas de la Legión con
las que llegaron a Melilla, todo lo cual formaría un conjunto que
ocuparía un lugar privilegiado a la entrada de la ciudad.
Una gesta legionaria
Al verse sitiada el 21 de julio la localidad por las
fuerzas insurgentes rifeñas, la Legión tuvo que trasladarse a pie
para liberarla, en el menor tiempo posible, antes de que cayera.
Fue el momento en el que el general Millán-Astray,
en el puerto de Ceuta, dirigió a sus hombres la célebre arenga:
"¡Legionarios!: de Melilla nos llaman en su socorro. Ha
llegado la hora de los legionarios. La situación allá es grave,
quizás en esta empresa tengamos todos que morir. ¡Legionarios!: si
hay alguno que no quiera venir con nosotros que salga de filas, que
se marche, queda licenciado ahora mismo... ¡Legionarios! Ahora
jurad: ¿Juráis todos morir, si es preciso en socorro de Melilla?
¡Sí, juramos! ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva La Legión!".
Tras 72 horas ininterrumpidas de marcha, los
legionarios llegaron a Melilla y rompieron el cerco, siendo
recibidos como héroes.
Crónica de la
retirada.
Dos operarios
retiraron primero las tres placas colocadas en el pedestal de piedra
sobre el que se erige la escultura, una de ellas con el escudo del
Águila de San Juan, otra con el escudo de la Ciudad Autónoma de
Melilla y una tercera en la que se explica el motivo y fecha de la
colocación de la escultura. A las 15:30 horas, los obreros, con
ayuda de una grúa y un arnés, sujetaron la cintura de la estatua y
la separaron del basamento ante la expectación de varios
melillenses que no dudaron en hacer una foto a esta imagen de la que
aseguraban que "pasará a la historia". Apenas se tardó
una hora y media en guitarla de su pedestal la estatua de bronce.
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