Introducción.
Hacia la una de la madrugada del día 3 de agosto de 1936, despegó del aeródromo del Prat de Llobregat (Barcelona), el avión Fokker F VII EC-PPA, trimotor que se había fabricado originalmente como aparato de pasajeros, pero que el personal de la aviación roja, había convertido en improvisado avión de bombardeo, teniendo en cuenta su autonomía, que era de 1.200 km, equivalente a seis horas a la velocidad máxima de 200 km/h.
Por Eduardo Palomar Baró.
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