Semblanza biográfica
El 16 de enero de enero de 1918
nacía en la localidad vallisoletana de Villanubla el cardenal Marcelo
González. Se graduó en Teología en la Universidad Pontifica de
Comillas y fue ordenado sacerdote en Valladolid, el 29
de junio de 1941. En su ministerio sacerdotal en la archidiócesis
pucelana fue profesor en el Seminario y en la Universidad, Consiliario
de hombres de Acción Católica, Delegado de Cáritas, Canónigo de la
Catedral y Juez Sinodal.
El 5 de marzo de 1961 recibió
la ordenación episcopal en Astorga, diócesis que rigió durante
cinco años, plenos de iniciativas apostólicas, sociales y
educativas. Participó en el Concilio Vaticano II en el que contribuyó
de modo destacado siendo elogiado públicamente por el Papa Pablo VI
tras una de sus intervenciones. Posteriormente contribuiría de manera
inteligente y eficaz a la recepción del Concilio en España.
En 1966 fue nombrado por el
Papa Pablo VI arzobispo coadjutor, con derecho a sucesión, de
Barcelona y un año después sucedía al arzobispo Gregorio Modrego i
Casaus al frente de este arzobispado. En las postrimerías de 1972 fue
nombrado arzobispo de Toledo y primado de España. El 5 de marzo de
1973 fue creado Cardenal por el Papa Pablo VI, asignándosele la
Iglesia romana de San Agustín en Campo Marcio.
Rigió la archidiócesis de Toledo, con gran y fecunda actividad,
hasta finales de septiembre de 1995
en que fue sustituido en la misma por Mons. Francisco Álvarez Martínez.
Don Marcelo y la Iglesia en España
En la Conferencia Episcopal Española presidió durante dos
trienios, sucesivamente, las Comisiones Episcopales de Acción
Caritativa y Clero, y entre 1981 y 1990, la Comisión Episcopal de
Liturgia. Entre 1975 y 1981 fue miembro del Comité Ejecutivo de la
CEE.
Fue miembro de las Reales Academias de Ciencias Morales y Políticas
y de Doctores, miembro de la Academia de Ciencias Históricas de
Toledo y doctor honoris causa por la Universidad de Castilla-La
Mancha. El 5 de marzo de 2003 le fue entregada la medalla de oro de la
Comunidad Autónoma de Castilla - La Mancha. Don Marcelo González
Martín sobresalió siempre, entre otras facetas, por sus grandes
dotes oratorias y su excepcional calidad humana. Otra de las grandes
aportaciones y singularidades del Cardenal González Martín fue la
recuperación de la Liturgia Visigótica.
En la hora de su muerte, la CEE expresa su sentida condolencia a
los familiares, allegados y antiguos feligreses del Cardenal González
Martín e invita a todo el pueblo de Dios a orar por el eterno
descanso de tan destacado servidor de la Iglesia. Asimismo, la CEE da
gracias a Dios por la vida y ministerios, tan fecundos, de uno de los
hombres de Iglesia más significativos del siglo XX en España. Su
servicio a la CEE fue igualmente sobresaliente, de manera particular
mediante los 9 años que presidió la Comisión Episcopal de Liturgia
y que supusieron la culminación de la Reforma de los Textos Litúrgicos
a tenor del Concilio Vaticano II. Igualmente la CEE se benefició de
su carisma y celo para la pastoral vocacional y para la relación con
los sacerdotes.
® Tomada de la página de la Conferencia
Episcopal Española.