A las 8 horas un avión enemigo hace un reconocimiento y marcha
inmediatamente hacia Madrid. El día, salvo el “paqueo” no
muy intenso, transcurre con tranquilidad. Al haberse terminado
la harina, se distribuye pan de trigo tostado, hasta preparar
los elementos para la fabricación de pan. Hay 3.000 kilos de
trigo para el ganado y muchos más de cebada para el caso de
que se terminase el primero. Por falta de carne, se empezó
también en este día a sacrificar caballos para poder
mantener a la guarnición, lo que proporcionó una cierta
tranquilidad a este gravísimo problema, ya que había en las
distintas cuadras de la Academia, unos ciento setenta caballos
pertenecientes a ésta y veintinueve que poseía la Guardia
Civil. El problema del agua, también de primera magnitud,
quedó satisfactoriamente
resuelto al tener la Academia varios pozos aljibes con
cantidad suficiente para poder resistir durante mucho tiempo.
La falta de agua proveniente del exterior, fue debido a una
bomba de aviación, que cayó en la Elevadora de agua. El día,
con “paqueo”, pero con tranquilidad, y lo mismo la noche.
Bajas en este día: Dos heridos y un contuso.
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