Estudió
en los Institutos de La Coruña y Lugo, para luego cursar la
licenciatura de Derecho, parte en Zaragoza, parte en Madrid,
debido a los cambios de residencia de su progenitor. Tomó
plaza en la Administración del Ministerio de Gracia y
Justicia, para más tarde, en 1916, ingresar por oposición
al Cuerpo de Abogados del Estado. Anteriormente, en el año
1915 consiguió ser Secretario de la Sección de Ciencias
Morales y Políticas. En 1917 ejerció de Profesor en la
Universidad.
Hizo
una brillantísima carrera política. Desde joven había
entrado a formar parte de las filas mauristas consiguiendo
un acta de Diputado por el distrito de Carballino y el
nombramiento en 1921, de Gobernador Civil de Valencia. Después
con la dictadura del general Primo de Rivera, fue Director
General de Administración Local. Al constituirse el primer
gobierno civil de la dictadura fue nombrado Ministro de
Hacienda, cargo que ejerció desde el 3 de diciembre de 1925
hasta el 21 de enero de 1930.
En
los pocos más de cuatro años que estuvo en Hacienda, como
actuaciones más destacadas cabe señalar las siguientes:
-
Medidas destinadas a evitar la ocultación de la
riqueza.
-
Vigorización de los instrumentos fiscales de
liquidación, recaudación e inspección.
-
Medidas orientadas a que la imposición fiscal
recayera preferentemente sobre las rentas personales.
-
Realización de empréstitos y de conversión de la
Deuda Pública.
-
Creación del Monopolio de los Petróleos, al igual
que del Banco Exterior de España como un medio para apoyar
las exportaciones.
Al
proclamarse la República, en abril de 1931, se marchó a
Portugal y, posteriormente a Francia, prefiriendo no
prometer el cargo de Diputado a las Cortes Constituyentes,
para el que había sido elegido por Orense, que correr el
riesgo de que el
nuevo régimen -por
el que no se tenían mutuamente ninguna simpatía-, le pudiese exigir responsabilidades políticas por su actuación en el
período de Primo de Rivera.
En
1933 fue reelegido Diputado por Orense, por Renovación Española.
Continuó en París hasta que el Gobierno presidido por
Alejandro Lerroux decretó una amplia amnistía, regresando
a España el 4 de marzo de 1934, con la doble garantía de
la ley de amnistía dada por las Cortes y su acta de
Diputado.
Organiza
las fuerzas de derecha para poderse enfrentar a la República,
a la que como hemos dicho, le profesaba una gran aversión,
ya que le había cerrado todo porvenir. Inicia, desde su
escaño en las Cortes, una dialéctica demoledora contra la
República.
En diciembre de 1934, al constituirse el Bloque Nacional, es
su más cualificado representante, demostrando una valerosa
actitud ante las Cortes.
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