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Momento
del discurso |
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En este momento, Su
Excelencia el Jefe del Estado y su esposa abandonan el trono que
ocuparon al lado del Evangelio y, bajo palio, salen de la basílica
acompañados por la comunidad benedictina. El Caudillo es acompañado
hasta la explanada por los miembros del Gobierno en pleno, los
tenientes generales, los caballeros laureados y las
representaciones militares y civiles.
Al salir, el Generalísimo
se detuvo unos momentos para contemplar la monumental cruz.
Seguidamente, se dirige al lugar donde están emplazados los micrófonos
para pronunciar un importante discurso de quince minutos de duración
que es interrumpido frecuentemente con vítores y aclamaciones y
acogido al final con una estruendosa ovación por las cuarenta mil
personas congregadas en los alrededores de la basílica.
Eduardo
Palomar Baró.
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