El 11-M para nuestra Patria ha sido un día de dolor y rabia, ante la
muerte de 190 personas inocentes, además de casi 2.000 personas
heridas. Una fecha grabada en la memoria de todos los Españoles.
El dolor, el llanto, la rabia, la indignación, la impotencia,...
sentimientos propios de las personas, ante una masacre que ha superado
lo imaginable, ha producido que mareas humanas inundaran las calles de
toda España (viernes 12 de marzo).
Ante ésta conmoción de todos los Españoles, algunos desaprensivos
han sacado tajada. No les importaba el dolor de la gente, la sangre
derramada y las vidas destrozadas,... buscaban dividir a los Españoles,
eliminar a una parte de Españoles que no piensan como ellos. Todo esto
con su arma preferida; la mentira.
Con
la mentira han manipulado las noticias, han creado odio en las personas,
han convocado a las "turbas", han insultado y casi agredido,
han quemado una sede del P.P. en un pueblo de La Coruña.
Se han valido de sus medios de comunicación; tan alimentados y
cuidados por el Gobierno acomplejado del Sr. Aznar. Llámese cadena Ser,
CNN Plus, páginas de Internet.
Es
increíble lo que la Izquierda Española puede hacer en nombre de la
democracia, cuando nunca han creído en ella. Nunca han respetado sus
normas y leyes, hasta convocar manifestaciones en muchos puntos de España,
para hacer campaña electoral en contra del P.P., y todo esto el día de
reflexión.
Esta concentración ha sido promovida, organizada por el dirigente de
Izquierda Unida, el Sr. Llamazares (el muy sinvergüenza orgulloso de
todo lo sucedido) y algunos concejales del PSOE (realizando llamadas con
teléfonos oficiales, pagados por los Españoles), los que han usado
medios que algún día descubriremos, para manifestar en las calles a
miles de personas con pancartas echas a imprenta. Toda esta movida no se
realiza mandando mensajes por el teléfono móvil, aquí existe una
complicidad política para usar la sangre de los inocentes en beneficio
de unos resultados electorales. Y los responsables del partido
socialista son culpables de lo sucedido, al no condenarlo en ningún
momento. El Sr. Rubalcaba en vez de tranquilizar con sus declaraciones,
manifestaba que las turbas congregadas y violentas tenían razón en sus
gritos y acciones.
Solo decir con verdadera vergüenza por mi parte: "Zapatero, gracias a la sangre de los inocentes, has ganado las
elecciones". He dicho.
