Fuimos muchos los que asistimos impávidos
la tarde del pasado 17 de abril de
2004 a las afirmaciones de Carmen
Sevilla en "Cine de Barrio".
Se trataba de un programa homenaje a Juanito Valderrama en el
que iban a proyectar la película "El Emigrante".
Estaban los contertulios interpretando el sentido político de la
película (algo muy de moda hoy día es encontrar un
sentido "antifranquista" de muchas películas de los 40,
50 y 60). Recordó entonces Carmen Sevilla una anécdota sucedida
durante un acto oficial al que acudía el Jefe del Estado y en el
que actuaban tanto ella como el difunto homenajeado. Tras cantar
"El Emigrante", el Jefe del Estado solicitó a Valderrama
que repitiese de nuevo la canción, sin ser consciente del supuesto
sentido "antifranquista" de la misma (reinterpretaciones
filosóficas actuales). Tras acabar de contar la anécdota, la actriz
folklórica y presentadora afirmó que en aquella época si te decía
Franco que hicieses algo, tenías que hacerlo porque sino te tocaba
irte de España. ¡Asombroso!.
Es entonces cuándo entendemos cómo la pobre mujer tuvo que ir a
cantar a las tropas de Ifni (seguramente amenazó el Estado Mayor
con fusilarla si no lo hacía), o cómo añoraba en una
reciente entrevista los tiempos de Franco (lo haría
coaccionada por algún "ultra" oculto tras ella), o cómo
posó en la revista "¡Hola!" no muchos años antes del
fallecimiento de Patuel ante una fotografía de Franco que había
sobre una consola en su casa (sin duda colocada allí con muy mala
idea por algún sirviente infiltrado), etc., etc.
Tal vez hay que entender que la verdadera amenaza de Carmen Sevilla
se apellida Zapatero. No sería políticamente correcto que una
"franquista" presentase un programa estrella las tardes de
los sábados. Los tiempos han cambiado y sería más acorde con la
imagen del nuevo gobierno que el programa fuese presentado por
un hombre con cierta "pluma", y por lo tanto Parada
volviese a su antiguo trabajo sustituyendo a Carmen Sevilla. Ella
que sabe mucho de geo-estrategia (aunque disimule mucho), se agarra
con uñas y dientes al lucrativo trabajo, sabedora de que con los
socialistas es difícil encontrar nuevo empleo, aunque tenga que
reescribir su vida, renunciar a lo dicho anteriormente y olvidarse
de sus sentimientos. Indigno pero.....humano.