Por una propuesta más allá de la soflama
Por la parte que nos corresponde, entiendo que en nuestro mundo
político de ideas y afectos se ha vivido de espaldas a la realidad,
recreándose en una memoria perdida a la que se ha terminado por
coger regusto ("Vuelva General"), que no hace sino traslucir una
incapacidad real para abordar el mundo y asumir las contingencias
que todo tiempo impone. Por eso estamos donde estamos, sin
posibilidad ante el desafío que nos acecha, incapaces de ser
protagonistas.
Hemos enterrado a muchos buenos españoles y excelentes personas,
ilustrados y sencillos, hombres y mujeres que nos acompañaron hasta
aquí, que asistieron ininterrumpidamente al Acto del 20-N y que
desgañitaron sus gargantas y sus ánimos por una unidad que diera
vida a un proyecto que no vieron, y que no entendieron cómo no se
realizaba. Además, hoy no contamos con ninguna figura política que
concite en su persona ese proyecto de unidad. Todo lo contrario...
Blas Piñar ha sido el único referente y la única esperanza durante
treinta y cinco años.
Hacen falta algunas cosas, pero, por encima del jefe que falta, se
impone un alto grado de compromiso y una acerada visión de futuro en
torno a un programa que tiene que concitar la anuencia de los
desencantados. Por eso por mi parte apuntó a un discurso que ofrezca
razones para cuestionar el simplismo político partidista por su real
y formal posicionamiento en el anti. De lo contrario, todas esas
propuestas plausibles se quedarán más en una soflama para iniciados
y convencidos.
No vuelva General, descanse. Sabe S.E. que le recordamos, honramos y
defendemos de toda esa canalla que encabeza ese bufón mentecato y
lascivo que es Ansón. Pero no queremos traslucir el fracaso del
proyecto que a cada generación le corresponde realizar en la
historia, pidiendo lo imposible. Ayúdenos, más bien, a dar con la
propuesta que se ofrezca para bien de España, en lugar de esa
tenue
reverberación que es la soflama.
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