1º.
También dijo Franco que a los espías se les paga pero no se les
condecora. Por eso el señor Gutiérrez Mellado se quedó sin
distinciones, salvo con la "Medalla al Mérito Constitucional"
que le otorgaron al unísono ucedistas, socialista, comunistas y
separatistas: el Frente por la Constitución que hoy nos
desangra.
2ª.
Nadie discute que los servicios secretos no sean necesarios y
hasta altamente beneficiosos para cualquier país. De lo que se
trata es cómo hacen ese servicio en beneficio de la nación y de
su futuro. Que es en lo que discrepamos respecto a cómo actuaron
los de aquí desde la muerte del Caudillo.
3ª.
Hoy nos sale a la palestra un fulano llamado Juan Mª de
Peñaranda, espía, informador como le gusta que le llamen, que
sin contarnos nada de nada se está haciendo con un buen dinerito
y de paso se da a conocer.
4ª.
Asoma la cara el espía o informador Peñaranda, y, pese a lo que
prometía su libro, no cuenta nada que no supiéramos, esto es,
que el Estado del 18 de julio se conculcó desde las
alcantarillas del Estado con una irresponsabilidad sin paragón.
Al margen de contarnos que él se ha pasado media vida
escribiendo "notitas" y comiendo en restaurantes de "cinco
tenedores": Todo por la Patria.
5ª.
Termina su libro el señor Peñaranda con un comentario sobre el
23-F, y sin comprometerse ni comprometer a nadie, puede que
porque en ello le vaya todavía la vida, nos endulza con un
capítulo que finalmente no resuelve, pues se pierde en
divagaciones sin comprometer ni a la Casa, ni siquiera al
compañero Cortina.
6ª.
Mañana seguramente volverá aparecer otro librito escrito por
otro ex espía o informador, pero tampoco nos servirá de nada. Lo
que no quiere decir, antes al contrario, que a estos fulanos no
les sirva para hacerse con algunos euros y de paso darse a
conocer. Y es que han estado tanto tiempo en el subsuelo, en las
alcantarillas, o simplemente en las cloacas, que a la vejez se
hacen ególatras y hasta se resisten a morir sin que les veamos
la cara.
7ª.
De cualquier forma al libro del señor Peñaranda tampoco hay que
darle más pábulo pues a todas luces lo que narra son los
comentarios de un yayo al que ya no escuchan ni los nietos.