La Policía Judicial
y el juez José Castro que investigó la denominada operación Babel
intervinieron a Iñaki Urdangarín y a su socio Diego Torres
documentación que detalla un plan de "estructura societaria
fiduciaria" para apropiarse y evadir dinero a través del Instituto
Nóos. De las pesquisas practicadas se acredita la "finalidad
lucrativa" de Nóos, pese a que se trataba oficialmente de "una
especie de ONG", encargada de realizar investigaciones en materia de
patrocinio y mecenazgo.
La comparecencia del yerno del Rey, don Iñaki Urdangarín, ante el
juez para responder sobre su participación en presuntos casos de
corrupción y fraude fiscal, que en cualquier otro país de nuestro
entorno sería el caso de un ciudadano concreto que debe responder
ante la justicia, ha evidenciado dos realidades antagónicas que
configuran una realidad que impide, y esto es lo realmente grave, el
debate sereno y racional sobre la Corona como instrumentalización
del poder político y garante de la unidad de España.
Así, sí el caso ha desatado a la bestia de la izquierda y al
separatismo voraz que en aras de sus propósitos contra España no
dudan en su empeño de erosionar el prestigio del Rey para de esta
forma poner en tela de juicio la continuidad de la Monarquía como
forma de Estado, también ha evidenciado la actitud miedosa de
quienes creen que la caída de la Corona conllevaría necesariamente
el rompimiento de la unidad de la nación merced a una Constitución
que a duras penas la hace pivotar sobre la figura del Rey. Con todo,
no cabe ignorar que existen otros sectores políticos interesados en
ese debate y no precisamente por su obsesión antimonárquica.
De cualquier manera, el posible procesamiento del yerno del Rey da
la verdadera imagen del Reino de España, un país con el mayor grado
de corrupción posible, sin parangón en Europa si descartamos a
Rumania y Lituania.
Las pruebas documentales intervenidas reflejan que la mayor parte de
estos fondos públicos iban a ser camuflada en Belice bajo la
sociedad londinense De Goes Center for Stakeholder, cuya matriz se
encuentra en Belice. Asimismo plasmaron en su particular hoja de
ruta la intención de ingresar una parte de los fondos en cuentas
bancarias de Luxemburgo.
No estamos asistiendo pues, como algunos se empeñan en decir, ante
un auténtico "linchamiento" mediático contra el Rey y lo que
representa. Sobre todo, por la más que presumible responsabilidad de
don Juan Carlos, que desde las primeras andanzas de su yerno
(palacio-casa) debió haberle prohibido terminantemente y por todos
los medios a su alcance, que son muchos, continuar, impidiendo de
esta forma el iter criminis que el muchacho ha terminado por
recorrer.
Tras el análisis de la documentación confiscada, el Grupo de
Delincuencia Económica de la Policía Nacional, la Fiscalía
Anticorrupción y la Agencia Tributaria han determinado que
Urdangarín y sus socios vaciaban las arcas del Instituto Nóos
mediante el abono continuado de "consultorías jurídicas"
inexistentes que fingía haber prestado la empresa De Goes Center.
De ahí que los argumentos a favor del Monarca por quienes se creen
beneficiados por su papel en la Transición y actuación in
extremis en el 23-F sea situarse en el extremo opuesto al de la
banda de la "señora del huevo".
Hasta el momento ha quedado acreditado que el duque de Palma y quien
fuera su número dos en el Instituto Nóos, Diego Torres,
desviaron al paraíso fiscal de Belice al menos 650.000 euros de la
entidad "sin ánimo de lucro" que dirigían. Sin embargo, el
montaje no fue dispuesto para albergar sólo esta cantidad, sino para
lo que estaban seguros que llegaría en breve. |