JUAN PABLO II
 
 
 
Por Juan Francisco Fernández.
 
El recuerdo que tenemos del Papa Juan Pablo II es imborrable. Su pasión final nos recuerda a la de 
Cristo, aceptando el dolor. Hemos tenido la suerte de tener a nuestro lado un santo contemporáneo, 
fiel defensor dela doctrina católica y del Evangelio. Su amor a Dios y a la Iglesia le llevó a salir de los 
muros Vaticanos y predicar la alegría cristiana por los cinco continentes. Su vida nunca fue un camino 
de rosas, sufrió los totalitarismos comunista y nazi en su Polonia natal,  trabajador, luchador y estudioso 
es todo un testimonio en un mundo que va contra la cultura cristiana en sus actos y manifestaciones.

 
Juan Pablo II, en sus 26 años de fecundo pontificado ha sobresalido por su defensa de la vida desde el 
inicio al final natural (no rotundo al aborto y la eutanasia), su devoción a la Virgen María y su adoración 
Eucarística, además de su labor ecuménica, infatigable viajero pastoral y pacificador.

 
El Santo Padre nos deja en herencia un impresionante legado a la humanidad para dar sentido y valentía 
a la vida siguiendo las enseñanzas de Jesús de Nazareth. Dios te lo pagará con la Gloria Eterna, Vicario 
de Cristo.

 
03 de Abril de 2.005.-
 

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