NUEVA
PERSECUCIÓN
Por Josefa Bustamante.
Al final va a ser delito en
España profesar la religión católica. Los ataques se recrudecen
desde diversos frentes. Ya hasta en teleseries, programas de
chismorreos, cierta prensa y televisiones públicas y privadas la
injuria hacia las creencias de los cristianos es objeto de burla,
injuria o calumnia diaria. Una web de intenet, documentadamente cifra
en más de cuarenta los ataques directos provenientes sólo desde el
Gobierno en sólo once meses.
El último, el PSC, Partido
Socialista de Cataluña, que estudia si llevar a la práctica, por
recomendación de ERC, la anulación de Misas en fiestas mayores de
patrones y las ofrendas a la Virgen, mientras el barrio obrero de
"El Carmelo" está derrumbado y los republicanos de Carod
Rovira no aparecen porque es una "zona españolista", donde
apenas se habla catalán.
Además, el tripartito
que gobierna Cataluña pretende suspender las clases de religión católica
en dicha región, lo que implicaría romper acuerdos internacionales
de derechos humanos y la misma Constitución Española, arrogándose
incluso derechos de los padres a que sus hijos reciban la educación
que ellos opten libremente. Toda una vulneración de la libertad.
Si a Cristo lo crucificaron,
nosotros, sus discípulos, no vamos a ser menos, como el Maestro nos
advirtió. Lo que no podemos es convertirnos en cobardes
callados y acomodados.
Me da pena que combatan el
catolicismo llegando incluso a la blasfemia, la mentira o la burla
chabacana para ridiculizar sin pudor alguno la fe de los creyentes,
tratándonos excluyentemente como a apestados ciudadanos de segunda o
tercera categoría. Es abominable la campaña anticatólica que
padecemos en España. Quieren meternos nuevamente en las catacumbas,
que lo consigan es otro cantar.