“…
que se jodan los fachas y beatos de este pueblo”. Con esta lapidaria
frase, un político que quiere ser alcalde de Almansa justificó, ante
un reducido grupo de contertulios, que no son tan fieles
correligionarios como él cree, su enfermiza obsesión por el traslado
de la Cruz de los Caídos que preside la entrada del Castillo de Almansa.
No quedó ahí la cosa, puesto que en el mismo lugar y segundos después
en el rifirrafe de la discusión añadió: “… cada vez que miro o
paso por delante del Castillo, esa Cruz falangista me ofende" una
muestra más del sectarismo de los políticos de este pueblo.
La
empresa Algueró Hnos., adjudicataria de las obras por 10.100 euros más
IVA, comunicó el día 2 de junio al director de la Escuela Taller José
Luis Cutillas que, “… no nos hacemos responsables de los daños que
pueda sufrir la Cruz porque desconocemos si lleva o no ferralla.
Advertimos –dice la empresa- que la Cruz corre el riesgo de partirse
cuando se proceda a su traslado”. “…, siempre y cuando se nos
permita llevar una grúa de 40 Toneladas a pie de la Cruz” –dicen-.
Ante
la duda de si la Cruz de los Caídos, puede ser traslada al cementerio
de modo integro y sin sufrir desperfectos
, los políticos de Almansa han dado la orden de su retirada, no
aguantan que la Cruz este presente en la vida de su pueblo.
La
Cruz de los Caídos que ahora se quiere retirar del Castillo (pesa 6 Toneladas.),
se inauguró, junto con el Mercado de Abastos y los primeros tramos de
alcantarillado en el año 1947,siendo entonces alcalde de
Almansa, Luis de Teresa Rovira.
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Es curioso
que en el mes de Junio en el mismo pueblo de Almansa la
"Memoria Histórica" ha inaugurado un monumento
a los muertos del bando rojo. Los únicos Caídos que tienen
importancia para estos manipuladores de la historia y
sembradores de odios, son los suyos. Los asesinados por ellos
deben de ser borrados de la historia de España y quemados en la
hoguera de la inquisición roja. Por eso derriban toda huella de
su existencia, para levantar en su lugar sus monumentos. |
Y
no queda aquí la cosa. Dicen las malas lenguas que el equipo de
Gobierno del Ayuntamiento medita desde hace tiempo que calles como: S.
Antonio, S. Fabián, S. Francisco, Sta. Teresa, Calvario, S. José, S.
Luis, Sta. Cruz, S. Cristóbal, Plaza de Sta. María, Plaza de S. Agustín,
Buen Suceso, Virgen del Pilar, Juan XXIII, Reyes Católicos, Sta. Lucía,
S. Juan de la Cruz, S. Crispín …, pierdan sus nombres y pasen de
manera paulatina a ser denominadas con apelativos referentes a
eufemismos relacionados con la ola laica que nos invade.
© Generalísimo Francisco Franco. 06 de Agosto de
2.005.
