LA IGLESIA DA UNA
LECCIÓN A LOS SOCIALISTAS
Mucho
se critica a la Iglesia Católica, por ser la institución más fácil
para ello y la que se calla ante los ataques. Pero a la hora de la
verdad es la que se vuelca con el necesitado e indefenso. Y ante el
desastre del maremoto nos está dando un testimoniazo en la ayuda económica
y humana.
Tan sólo Cáritas, el buque
insignia de las obras benéficas de la Iglesia, supera la cifra de
donaciones del Gobierno, ya que hasta ayer había recaudado siete
millones de euros en nuestro país. Según Ángel Arriví, director de
comunicación de la asociación, «a esta cifra habrá que sumar las
colectas que están realizando las 68 delegaciones diocesanas y 5.000
parroquiales de Cáritas en España», con lo que la cantidad aumentará
notablemente. Intermon Oxfam, ONG fundada por los jesuitas y que
mantiene vínculos con la Compañía, lleva recaudados hasta el momento
más de cuatro millones de euros. Otra organización jesuítica,
Entreculturas, llevaba contabilizados a día de ayer 409.000 euros;
Ayuda a la Iglesia Necesitada, 240.000 euros, y la congregación de los
salesianos, 60.000 euros. Sumando todas estas cantidades (excluyendo a
Intermon, al no considerarse plenamente una ONG de la Iglesia), la cifra
resultante es de 8.361.600 euros. Se trata de la cantidad reunida por
tan solo cinco asociaciones de la Iglesia, sin contabilizar a las
cientos de organizaciones eclesiales más pequeñas que se han
movilizado durante estos días, por lo que la cifra supera ampliamente
los diez millones de euros, el doble de lo que ha destinado el Gobierno
para ayudar a las víctimas del maremoto.
Misioneros en la zona. En el plano humano, los 441 misioneros
españoles que viven en la zona –casi la mitad de los que trabajan en
Asia– están participando en las labores de ayuda a los afectados por
el desastre. Fuentes de las Obras Misionales Pontificias (OMP). Ninguno
de ellos ha sufrido daños por el maremoto ya que sus misiones se
encuentran en áreas del interior, mucho más pobres que las de costa,
donde se ubican los complejos turísticos más afectados. La mayoría de
ellos se han desplazado a las zonas afectadas para colaborar en las
labores humanitarias.
En medio de las desoladoras
noticias que han llegado desde el sureste asiático en las dos últimas
semanas, también se encuentran algunas esperanzadoras.
Los cristianos de Phuket
(Tailandia), una de las localidades más destruidas por el maremoto,
salvaron su vida al encontrarse en ese momento asistiendo a su misa
dominical. La parroquia, situada sobre una colina, no fue alcanzada por
las gigantescas olas. «Pero los supervivientes lo han perdido todo:
vivienda, barcos y herramientas de trabajo, y deben recomenzar de cero»,
ha explicado a la agencia Fides el misionero italiano Claudio Corti.