El plan Ibarretxe comenzó ayer su andadura parlamentaria una
vez que el presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa,
lo registró en el Congreso de los Diputados, por lo que el
siguiente paso será su calificación por parte de la Mesa de la
Cámara, paso previo al debate de totalidad.
Posteriormente a esta presentación, la reunión entre el
presidente del Congreso, Manuel Marín, y Atutxa concluyó igual
que la mantenida el día anterior entre Zapatero y el
lehendakari: con un no rotundo a cualquier negociación sobre el
Plan Ibarretxe. El presidente del Congreso rechazó la solicitud
de crear una comisión de parlamentarios de ambas cámaras.
Atutxa propuso al presidente del Congreso crear una comisión
integrada por miembros del Parlamento de Vitoria y de la Cámara
Baja con la función de clarificar el contenido del Plan, que
comenzaría a trabajar de inmediato. Según explicó el
presidente vasco, la oferta fue rechazada por el presidente del
Congreso, al entender que sería «imposible» conformar esta
comisión bilateral antes de que el pleno discuta la toma en
consideración de la reforma estatutaria vasca. Marín fue muy
claro: la tramitación del proyecto de reforma del Estatuto de
Guernica seguirá las cauces establecidos en el Reglamento de la
cámara baja.
El responsable del Parlamento autonómico vasco remarcó que su
oferta es una prueba de la intención negociadora y del «espíritu
constructivo y de diálogo» con el que ha acudido a Madrid y
advirtió de que «el pueblo vasco no entendería jamás que en
primera instancia, sin que se haya entrado en el fondo», se
produzca el previsible rechazo al plan Ibarretxe en el debate
del Congreso dedicado a su toma en consideración.
A pesar de la negativa de Marín, Atutxa aseguró que su
encuentro resultó «cordial» y , en cualquier caso,
clarificador sobre «qué es lo que cabe esperar» del Congreso
de los Diputados. Atutxa admitió que un representante de la
antigua Batasuna, podría formar parte de la delegación del
Parlamento Vasco que deberá defender el Plan Ibarretxe ante el
pleno del Congreso. Según Atutxa, esta posibilidad «cabe
legalmente».
Un grupo de diputados y senadores de los partidos integrantes
del tripartito vasco -PNV, EA y EB- acudieron ayer al Congreso
para arropar a Atutxa, mientras que en la calle, un reducido
grupo de manifestantes, identificados como miembros de Falange
y enfundados en una bandera predemocrática, lo llamaron «terrorista».