Aunque la noticia de la retirada
del lema de la academia de suboficiales de Lérida abandonó hace
tiempo las primeras páginas de los diarios, la cuestión sigue
doliendo entre los militares, hasta tal punto que sus protestas han
inundado la intranet del Ejército y los foros especializados en la
red. Pocas veces este colectivo protesta, y menos tan unánimemente,
por el cumplimiento de una orden. La indignación, la rabia y el
malestar han llevado a muchos militares a calificar la retirada del
lema «A España servir hasta morir» como una cobardía, una traición
o un acto miserable.
La carta que reproducimos más
abajo, escrita por uno de los alumnos que tuvo que borrar la
inscripción de la montaña de la localidad ilerdense de Tremp, es
uno de los ejemplos. En otra, un oficial de Infantería señala que
«han dado la orden de quitar las piedras a cambio de sus treinta
monedas y los cobardes se han apresurado a cumplirla. No me refiero
a los alumnos, a los que no corresponde la decisión de desobedecer
una orden, sino a los que teóricamente debían de tener la valentía
moral de negarse y no lo han hecho». En este sentido, el oficial
critica que «son los mismos que sólo lloriquean cuando les apean
de su poltrona pero que no levantan la voz cuando se engaña a las
familias de los caídos, los que se aferran a sus privilegios pero
que no son capaces de mover un dedo por su Institución y por su
gente, son los que disfrutan en las retiradas y brindan por ellas
mientras traicionan a sus aliados y a sus muertos, son en definitiva
los que hablan de disciplina cuando se debería hablar de valor y de
honor».
El malestar se transforma en rabia
en muchas de las protestas, tanto verbales expresadas en círculos
cerrados, como escritas en la intranet del Ejército. El oficial
antes citado muestra su convencimiento de que «se equivocan los que
poco a poco dejan que erosionen sus valores, dándole poca
importancia a los pequeños detalles, con excusas vacuas y se
justifican y racionalizan su ignominia con argumentos sofisticados y
explicaciones vanas».
Por último, el oficial califica de
«ridículos» a «esos talibanes de chaqueta y corbata o pasamontañas
que amparados en su ignorancia, su sectarismo y su profunda
estupidez no son mejores que los que destruyeron las imágenes de
Buda en la ruta de la Seda».
Pero las quejas no sólo son de
palabra. El día de Navidad, la plaza de Zocodover de Toledo apareció
espontáneamente adornada con banderas de España en las que se podía
leer el lema retirado de la montaña cercana a la institución
militar.
En la misma línea de actuaciones
de protesta, la sexta promoción de la academia de suboficiales
ilerdense, que este año celebra sus veinticinco años de salida de
la institución, está barajando la posibilidad de no asistir a la
comida con la que se festejan sus bodas de plata para mostrar
claramente su disconformidad con la orden de retirada de la frase.