Ofrecemos a nuestros lectores un testimonio sobrecogedor, aparecida en el periódico La Razón, en la sección de Cartas al Director (27 de noviembre de 2004), sobre uno de las etapas más sangrientas de la Guerra Civil.

En la Guerra Civil

Federico Lluch - Madrid.-
Ahora que tanto se habla de la Guerra Civil voy a escribir sobre unas personas que fueron de una gran calidad moral. Yo estuve en la cárcel de San Antón en Madrid, limpiando lentejas con Don Pedro Muñoz Seca, con el médico Don Pedro Melendo (Muñoz Seca le llamaba el mediquito y llegó a ser general y director del hospital Francisco Franco) con Cayetano Luca de Tena y con su hermano Rafael.
 
En el mes de noviembre del año 36 todos los días por la noche leían los nombres de los presos para el traslado de cárcel de San Antón a la de Alcalá de Henares, pero en realidad lo que hacían era ir a Paracuellos y asesinarlos. De todas las expediciones que salieron de la cárcel la única que llegó a Alcalá de Henares fue en la que íbamos los hermanos Luca de Tena y yo. La de Don Pedro Muñoz Seca que salió esa misma tarde no llegó.
 
Cayetano Luca de Tena escribió en el ABC: «Mi expedición nadie sabe por qué llegó a la cárcel de Alcalá de Henares después de una larga detención en el cruce de Paracuellos. Alguien nos salvó, alguien a quien nunca he podido dar las gracias. Pero Don Pedro Muñoz Seca no tuvo tanta suerte».

 

© Generalísimo Francisco Franco. 03 de Diciembre de 2.004.-


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