A
los 87 años de edad muere Juanito Valderrama uno de las últimas
figuras del flamenco en España.
Persona que amaba a España; "Adiós,
mí España querida", una de sus famosas frases. Juanito en el
momento de la guerra civil Española lucho en el bando Republicano, y
después de la guerra permaneció en España, dedicándose al
flamenco.
En 1950, en una cacería de perdices en
casa de don Francisco Aritio, en una finca cerca de Madrid -San Martín
de Valdeiglesias-, se organizó una fiesta para el Generalísimo
Francisco Franco, y cantó Juanito, "El Emigrante".
"Y me bajé del
tablado, y Fernando Fuertes de Villavicencio, que no se nos quitaba del
lado, me dio un empujón para donde Franco estaba:
–Cumplimenta a Su Excelencia, Juanito, venga, cumplimenta a Su
Excelencia.
“Cumplimenta a Su Excelencia” era que lo saludara al hombre. Y me
acerqué al Caudillo, y Franco me tendió aquella mano que te ponía con
tanta frialdad, la manita así medio cerrada, sin sentimiento, y me dijo
con aquella vocecita chillona suya:
–Valderrama, muy bonita esa canción, es muy patriótica...
–Muchas gracias, Su Excelencia, muchas gracias.
Y Franco se queda callado un buen rato, sin pronunciar palabra, mirándome
sin mover un músculo de la cara, y de pronto va y me suelta:
–Valderrama, ¿usted serían tan amable de cantarla otra vez?".
Para que luego digan que en la época del Caudillo, no existía
la cultura ni el arte por falta de libertad, Juanito Valderrama es un
ejemplo: "Y la guitarra, y el cante, y
los oles. Aquello no era ni de Franco ni de la República. Aquellos
hombres eran de España"(palabras de Juanito).
El Generalísimo tenía respeto por las personas y
valoraba el arte, de hecho en la época Franquista, se respeto todo el
mundo de la canción y la cultura Española.
Muere
Juanito Valderrama y la copla se queda huérfana
El
artista falleció tras un infarto a los 87 años en su casa sevillana
de Espartinas Considerado como la última gran figura del flamenco, se
haría popular con canciones como «El emigrante», «La primera
comunión» y «De polizón», entre otras muchas.
El mundo de la canción popular se
ha puesto de luto. El gran artista Juan Valderrama Blanca, Juanito
Valderrama, falleció ayer de un paro cardiaco en su su casa sevillana
de Espartinas, en Sevilla, a los 87 años. El mítico cantaor
jiennense, unido sentimentalmente a la también cantante Dolores
Abril, ha marcado un hito en la historia de la música popular. La
Junta de Andalucía instalará hoy la capilla ardiente en la sede del
Centro Andaluz de Teatro, y el miércoles será enterrado en
Torredelcampo, donde nació. Asimismo, el Ayuntamiento de Espartinas
ha declarado tres días de luto oficial y le nombrará hijo predilecto
de esta localidad a título póstumo. Valderrama alcanzó la cima de
la copla gracias a las famosísimas «El emigrante» y «La primera
comunión».
«Nací para
cantar y moriré cantando», decía Juanito Valderrama en
una de sus últimas comparecencias. Y prácticamente ha sido así. El
genial cantaor y cupletista, empresario del espectáculo y autor de más
de cien discos, había nacido en 1916 en Torre del Campo, en Jaén. Su
salud había empeorado tras un infarto que le tenía postrado desde el
año pasado. Ayer, el artista se encontraba acompañado de su mujer
cuando le sobrevino el infarto que terminó con su vida. «No se enteró
de nada, ha sido una muerte plácida», aseguró el alcalde de
Espartinas, Domingo Salado. El mundo de la canción popular acogió
ayer la noticia con mucha tristeza: «Se ha ido un maestro de maestros»,
resumía el cantaor Chano Lobato.
Un homenaje reciente. Juanito Valderrama estaba
casado en segundas nupcias con la también artista Dolores Abril y tenía
cinco hijos. El artista comenzó en el flamenco, pero pronto se pasó
a la canción española. Hizo populares docenas de títulos que
calaban fácilmente en el público, como «El rey de la carretera»,
«A Carmen Amaya», «Piropo a Jaén» o «Moscatel».
En 1936 grabó su primer disco en Barcelona,
mientras trabajaba para el Teatro Apolo. Desde entonces no dejó de
trabajar y de cosechar éxitos. Recientemente fue homenajeado con la
publicación de un disco en el que participaron figuras del flamenco,
los grandes y los más jóvenes (de Carmen Linares a El Cigala),
quienes le dedicaron un concierto el pasado 23 de febrero en Madrid.
«Cuando canté el primer cuplé llevaba diez años
como figura, pero las gentes del flamenco no éramos capaces de llenar
un teatro ni por cien pesetas y había que trabajar», recordaba hace
poco sobre las críticas que le llovieron por su trayectoria
heterodoxa. Todo queda recogido en su biografía, «Mi España querida»,
escrita hace dos años por el periodista y gran amigo de Valderrama
Antonio Burgos. El volumen incluyó un prólogo de Joan Manuel Serrat.
Valderrama procedía de una familia campesina, pero
él se inició en el flamenco desde muy niño, cuando aún trabajaba
en el campo. De hecho, en 1934 llegó al pueblo de Valderrama la compañía
de Dolores Jiménez Alcántara, la Niña de la Puebla, y por fin su
padre accedió a dejarle ser artista. Así, y cuando sólo contaba 14
años, debutó con aquel espectáculo que luego giraría por toda España.
La Guerra Civil. Poco después estalló la Guerra
Civil, y Juanito Valderrama se alistó en un batallón republicano, en
el que llegó a organizar unos grupos flamencos con artistas del
frente y con el que actuó para combatientes y heridos en el combate.
Terminada la contienda, su nombre se hizo conocido dentro y fuera de
Andalucía gracias a unos primeros discos que revolucionaron a la
afición. Valderrama se convirtió en empresario de su propia compañía
y asumió el reto de encabezar carteles. El cantaor compartió
actuaciones con la mayoría de las leyendas del flamenco, con más de
setecientos cantes grabados y acompañado por los más importantes
guitarristas españoles. Es, además, autor de la mayoría de sus éxitos,
tanto en el flamenco como en la canción, y su música ha trascendido
a varias generaciones. A los más jóvenes decía: «No hay cante
grande o chico, sino cantaores grandes y chicos. Lo que no hay que
hacer es abandonar la raíz flamenca».
Como otros grandes artistas, Valderrama protagonizó
más de media docena de películas. Debutó en 1956 con «El rey de la
carretera» y cuatro años más tarde estrenó la popularísima «El
emigrante» (Sebastián Almeida, 1960). Otros de los no menos afamados
musicales en los que intervino se titularían «Gitana» (1965), «De
barro y oro» (1966), «La niña del patio», y la famosa «El padre
Coplillas». En todas compartió plano con su pareja, Dolores Abril.
La Razón. 13 de Abril
de 2.004.-