- Millán Astray -

 

  Por Guillermo Rocafort Pérez es secretario Nacional de la Hermandad Nacional de Antiguos Caballeros Legionarios

  El 1 de enero de 2004 se cumplió el 50 aniversario de la muerte del general Millán Astray. Sin embargo, su creación principal, la Legión española, sigue hoy muy viva y en vigor, para alegría de España.
   Millán Astray supo proyectar perfectamente todas sus ilusiones y anhelos patrióticos y militares en una organización, la Legión española, que hace vibrar de emoción a todos los que sienten el ardiente amor a España. Son decenas de miles de españoles los que han servido en la Legión y aceptaron gustosos el difícil pero gratificante camino que Millán Astray escribió con la tinta del sacrificio y del honor. ¿Acaso hay algo más grande en este mundo que dar la vida por tus hermanos, por tu patria? Pues ésta es precisamente una de las principales enseñanzas que Millán Astray nos ha grabado en nuestros corazones legionarios.
   Debemos redescubrir la figura de Millán Astray a las nuevas generaciones. Nuestros jóvenes merecen algo más que la cultura del ocio y del pasotismo. Merecen saber que, como decía Ramiro de Maeztu, existe «la cuesta arriba» que nos permite redimirnos de nuestros errores y ganar el futuro.
   Son los jóvenes españoles la gran esperanza de Millán Astray, y miles de ellos, de sucesivas generaciones. Desde hace ya más de ochenta años, han conocido el dulce sabor de ser Caballeros Legionarios, los «Novios de la Muerte», aquellos que siempre avanzan sin temor y con la certeza muy viva en sus almas de que, desde lo más alto, nuestro venerado fundador, Millán Astray, observa gozoso el valor y la determinación de los españoles en quienes siempre depositó su fe.
   «Por sus obras los conoceréis» dicen los Santos Evangelios. Podemos conocer al general Millán Astray a través de recientes biografías apasionantes como la de Luis E. Togores, pero también podemos aproximarnos a su grandiosa personalidad por medio de sus obras, de entre las que destaca «La Legión».
   Cuando hoy admiramos a nuestros legionarios dando la cara por España en los puestos de mayor sacrificio, estamos conociendo a Millán Astray. Cuando hoy, como ayer, vemos siempre a la Legión en primera línea en Iraq, en Bosnia y otras zonas del mundo, somos capaces de comprender la manifestación más evidente de la capacidad creadora y patriótica de Millán Astray.
   A las zonas más comprometidas van siempre legionarios, que son los hombres y mujeres mejor preparados, mejor instruidos, más determinados y comprometidos, a dar lo mejor de ellos mismos a favor de España, y esto es, precisamente, seguir el camino fijado por Millán Astray para su Legión. España le debe mucho a Millán Astray y ya va siendo hora de agradecérselo.
   Y no solamente en la guerra y en los conflictos armados se puede seguir el camino fijado por Millán Astray. También en la paz se puede vivir plenamente el ideario legionario.
   Los legionario de Millán Astray, una vez licenciados, se insertan en la vida civil como ciudadanos ejemplares, y se unen a las Hermandades Legionarias repartidas por toda la geografía nacional de tal forma que así mantienen vivo sus espíritus legionarios y de servicio a la patria, a la vez que pervive el vínculo con la Legión, tal y como siempre deseó el fundador. Millán Astray murió hace 50 años pero su monumental obra, la Legión, se mantiene como él siempre deseó, con su esencia y espíritu íntegros.
   Gracias, mi general, por el legado que nos transmitió y que veneramos cada día más.

La Razón. 30 diciembre de 2.003

EL CREDO LEGIONARIO

Un recuerdo gráfico de los momentos fundacionales de la Legión: Teniente Coronel Millán Astray y el Comandante Franco rubrican esta estampa de fraternal amistad para la historia. Año 1.921

Otro fraternal abrazo gráfico de Millán Astray y Francisco Franco, los primeros legionarios.

El viejo cuartel del Rey, en Ceuta, donde se afiliaron los primeros legionarios, y donde recibieron sus primeros equipos de entrenamiento y uniformes en octubre de 1.920.

La entrada al primer campamento de la Legión en Dar Riffien, cerca de Ceuta, a raíz de su primera ampliación y reforma que no afectó a esta fachada principal. La portada ostentó desde el principio el nombre no oficial del Tercio de Extranjeros, y sobre el arco se grabaron las palabras del himno: "Legionarios a luchar, legionarios a morir".

El comandante Franco cambia impresiones con su jefe, Millán Astray, durante la reconquista del territorio de Melilla.

26 de julio de 1.921: Franco señala a Millán Astray el posible camino para dirigir un convoy de socorro a los defensores de Nador.

Año 1.926: el coronel Francisco Franco, ascendido a general, devuelve el mando del Tercio de Extranjeros al fundador José Millán Astray. En la foto, el abrazo de ambos jefes en el acto del relevo.

Año 1.926: Franco ya era General de Brigada, en actitud amistosa con Millán Astray.

Febrero de 1927: los compañeros legionarios del general más joven de Europa; Francisco Franco, le regalan un sable de honor, en presencia de Millán Astray (a la derecha de Franco).

Fernando Rubio ha reconstruido -según testimonio directo de Franco- la escena del almuerzo en el campamento de Ben-Tieb. 

 El 15 de octubre de 1.938, la cámara de Campúa capta así al general Millán Astray despidiendo emocionadamente en los muelles de Cádiz a los voluntarios italianos que regresan a su patria.

Despedida española a los voluntarios portugueses, presidida en Salamanca por Millán Astray el último día de mayo de 1.939. Millán Astray entre Teotonio Pereira, embajador portugués en España y Nicolás Franco, embajador español en Lisboa.

En mayo de 1923 iba a ser entregada en Madrid la bandera del Tercio, recién bordada por la Reina con arreglo a este diseño. Tizzi Azza obligó a cambiar los planes: la entrega se demoraría cuatro años. 

Este es el primitivo emblema elegido para la Legión. Su alusión a los viejos Tercios de Flandes es evidente.

Sanjurjo recibe de manos del Rey, en Marruecos, la Laureada, y la Reina Victoria Eugenia, con más de cuatro años de retraso, el 5 de octubre de 1.927, entrega la bandera del Tercio a su jefe, el coronel Sanz de Larín. Franco está entre los invitados.

PÁGINA PRINCIPAL