ESPAÑA GRANDE

 

   En los primeros días de la guerra, cuando carecíamos de todo y nuestra empresa parecía imposible al mundo, a un mundo que no ponderaba con debido rigor las riquezas heroicas de una raza inmortal, yo, desde el otro lado del mar, dije a todos: Fe ciega en el triunfo. La tuvimos. Removimos con ella montañas de dificultades y obstáculos, y hoy la victoria ya es nuestra. Con harta más seguridad digo ahora a la juventud, y con toda ella a toda España, del alma limpia y capaz de vivir al compás de la fecundidad de tantos sacrificios, de tanto dolor y de tanta gloria: Seguridad firmísima en que su fruto cierto y espléndido, que nadie osará dañar, hará de nuestra España Una, Grande y Libre.

    Yo os anuncio el patriotismo y la unión de todos los españoles, la unión más íntima en el servicio de la Patria, y proclamo que muy pronto, terminada la guerra y organizada España, estaréis orgullosos de llamaros españoles.

    Símbolo y garantía de nuestra Patria es el Ejército. Es la juventud en pie y organizada que no llora ante las ruinas de la riqueza perdida, porque se siente con fuerzas para crearla; que desprecia los bienes materiales, porque lleva en su corazón tesoros de espiritualidad y de grandeza y que consagra su vida a servir el destino de España.

    La sorpresa del mundo será dentro de poquísimo tiempo, al ver que España, además de independiente, quedará viva, trabajadora, pujante, rica por sus riquezas naturales, respetada por sus sentimientos pacíficos en el concierto de Naciones y consciente de la misión histórica que le corresponde en el mundo.

    Cuando el prestigio de nuestra Nación la haga digna del respeto de las demás Naciones; cuando nuestros barcos potentes y majestuosos paseen de nuevo la enseña de la Patria por los mares; cuando nuestros aviones crucen los aires y al mundo lleven el resurgir de España; cuando los españoles todos alcéis los brazos y elevéis los corazones en homenaje de la Patria; cuando en los hogares españoles no falte el fuego, ni el pan, ni la alegría de la vida, entonces podremos decir a nuestros caídos y a nuestros mártires: vuestra sangre ha sido fecunda, pues de una España en trance de muerte, hemos creado la España que soñasteis, cumpliendo vuestro mandato y haciendo honor a vuestros heroicos sacrificios.

 

Declaraciones a un periodista. 1 de Enero de 2.004.-

 

 

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