NUEVA
POLÍTICA
El
Trabajo
En su aspecto social, el trabajo tendrá una garantía absoluta,
evitando que sea servidumbre del capitalismo y que se organice como
clase adoptando actitudes combativas que le inhabiliten para
colaboraciones conscientes.
Se implantará la seguridad del jornal y, en tanto no se dicten fórmulas
relativas a salarios y a la participación de los obreros en los
beneficios de la producción, serán respetadas cuantas conquistas
impliquen mejoramiento de trabajo para la sociedad y para la economía
nacional.
Al lado de estos derechos que se reconocen a los obreros, estarán sus
deberes y obligaciones, especialmente cuanto signifique leal colaboración
para la producción de la riqueza.
Jamás Nación alguna creó y llevó a la práctica en menos tiempo y
más difíciles circunstancias, Instituciones y Leyes de un fondo social
tan humano y tan justo.
Esta es nuestra ejecutoria y nuestro proceder.
Así concebimos y así forjamos España.
El
Fuero del Trabajo
Para conseguirlo -atendiendo, por otra parte, a cumplir las consignas
unidad, libertad y grandeza de España- acude al plano de lo social con
la voluntad de poner la riqueza al servicio del pueblo español,
subordinando la economía a la política.
Y partiendo de una concepción de España como unidad de destino
manifiesta, mediante las presentes declaraciones, expresa su designio de
que también la producción española -en la hermandad de todos sus
elementos- sea una unidad que sirva a la fortaleza de la Patria y
sostenga los instrumentos de su poder. El Estado español, recién
establecido, formula fielmente, con estas declaraciones que inspirarán
su política social y económica, el deseo y la exigencia de cuantos
combaten en las trincheras y forman, por el honor, el valor y el
trabajo, la más adelantada aristocracia de esta era Nacional.
El Gobierno nacional se propone la intensificación del cultivo y un
nuevo régimen jurídico de la tierra. Al mismo tiempo se está
estudiando un proyecto denominado patrimonio familiar, que consiste en
la transmisión del patrimonio al hijo que tenga más condiciones para
administrarle, impidiendo así el fraccionamiento de la propiedad.
Ganamos día a día la guerra, con paso firme y seguro, como ganamos y
ganaremos la paz para España. Ahí tenéis el Consejo de Ordenación
del Servicio Nacional del Trigo, primera gran batalla de la retaguardia,
digna de las que se riñen en vanguardia, que estoy dispuesto a ganar,
que ganaré sobre todo y por encima de todo. Solemnemente os lo digo,
labriegos de tierras españolas, cimiento permanente de la riqueza
nacional. Hoy son los trigueros objeto de esta atención política del
Estado. Muy pronto lo serán los ganaderos y los pescadores, que nuestra
España a nadie olvida, y a todos dará la justicia prometida.
Se tenderá a dotar a cada familia campesina de una pequeña parcela, el
huerto familiar, que le sirva para atender a sus necesidades elementales
y ocupar su actividad en los días de paro.
Se conseguirá el embellecimiento de la vida rural, perfeccionando la
vivienda campesina y mejorando las condiciones higiénicas de los
pueblos y caseríos de España.
Es aspiración del Estado arbitrar los medios conducentes para que la
tierra, en condiciones justas, pase a ser de quién directamente la
explota.
El Estado reconoce a la familia como
célula primaria natural y fundamento de la sociedad, y al mismo
tiempo como institución moral dotada de derecho inalienable y superior
a toda ley positiva. Para mayor garantía de su conservación y
continuidad se reconocerá el patrimonio familiar inembargable.
Crearemos una Justicia y un Derecho Público, sin los que la dignidad
humana no sería posible. Formaremos un Ejército poderoso de mar,
tierra y aire, a la altura de las virtudes heroicas tan probadas por los
españoles, y reivindicaremos la Universidad clásica, que, continuadora
de su gloriosa tradición, con su espíritu, su doctrina y su moral,
vuelva a ser luz y faro de los pueblos hispanos.
En el orden comercial viviremos en armonía con los demás pueblos,
constituyendo preferencia la comunidad de raza, de lenguaje y de
ideario: pero sin que por ello se olviden aquellas relaciones
tradicionales dentro de una leal correspondencia, que no sean
incompatibles con nuestro sentido ideológico, excluyéndose, desde
luego, todo contacto soviético, que tan perjudicialmente afectaría a
nuestra civilización y a nuestra sociedad.
En su aspecto tributario, el Estado organizará los impuestos de forma
que recaigan especialmente sobre quienes, por su capacidad económica,
deben soportarlos.
Política
Religiosa
El Estado, sin ser confesional, concordará con la Iglesia Católica,
respetando la tradición nacional y el sentimiento religioso de la
inmensa mayoría de los españoles, sin que ello signifique intromisión
ni reste libertad para la dirección de las funciones específicas del
Estado.
Nos bastaremos ampliamente a nosotros mismos -lo repito-, y con ello,
con una Marina pujante y una Aviación fuerte, nos hallaremos en
condiciones de servir los ideales de la grandeza nacional. A esa juventud heroica que en las trincheras lucha, a esos beneméritos soldados que en los frentes resisten alegres las inclemencias del invierno y dan con admirable desprendimiento su vida por España, les afirmo que sus sacrificios serán fecundos, y que la España, les afirmo que sus sacrificios serán fecundos, y que la España que se forja en los duros golpes de los campos de batalla tendrá unidad y fortaleza, que nada dividirá a la España Nacional, que la estrecha unión de la juventud española, generosa, noble, sin reservas, no ha de ser por nada ni por nadie desvirtuada.
La realización de la gran obra social, proporcionando a nuestras clases
medias y trabajadoras condiciones de vida más humanas y justas.
La
solución de los múltiples problemas que nuestra industria tiene
planteados para su resurgimiento.
Ordenación de la obra de cultura, con el mejoramiento intelectual,
moral y físico de nuestras juventudes.
Restauración de nuestra Marina mercante y de nuestra Flota pesquera.
Ejecución de los grandes planos de obras hidráulicas.
Mejora de la vivienda y realización de la gran obra sanitaria nacional.
Atracción del turismo, ordenamiento de la Prensa, y con todo ello la
reconquista de nuestro prestigio en el mundo.
Para acometer esta gran tarea a que todos hará dignos del esfuerzo de
los Caídos, el trabajo, el talento, el sacrificio y la virtud son
instrumentos precisos. La grandeza y la unidad de España no se forjaron
en la frivolidad y en el regalo.
La vida cómoda, frívola, vacía, de años anteriores ya no es posible. Año. 1.937.- |