- CARTAS AL DIRECTOR -

Al comandante J. M. Olivera

    La pena más honda me embarga desde que tuve conocimiento de que eras uno de los siete militares españoles asesinados en las cercanías de Bagdad. En esta triste tarde de domingo, entre oración y oración en tu memoria y en la de tus compañeros, se me agolpan los recuerdos de nuestra niñez y adolescencia, cuando compartíamos los ratos libres y muchas horas de pupitre en los Escolapios de San Fernando, en la calle Andrés Mellado de Madrid. Desde que eras un crío, por todos los poros de tu piel brotaba un gran cariño por el Ejército, fruto de un profundo convencimiento. De casta te venía. Tu vocación era tan manifiesta que no habrías podido dedicar tu vida a otra causa.

    Recuerdo que más de una vez me invitaste a presenciar, en una tribuna del Paseo del Prado, el desfile militar que recorría las calles madrileñas. Gracias a ti, a tus comentarios y opiniones, debo mi aprecio y reconocimiento hacia la familia militar. Conocedor de tu profesionalidad, lealtad y amor a España, me consta que, a muchos kilómetros de distancia de tu casa, has dado tu vida por la paz de todos. Nunca podré admitir que políticos mezquinos utilicen tu sacrificio, y el de los tuyos, para su provecho. Ha sido todo un orgullo para mí el haberte conocido. Que Dios te acoja en su seno. Hasta siempre, amigo del alma.

  Julio Mateo (Madrid).

ABC. 2 de diciembre de 2.003


LUTO EN ESPAÑA

    Ayer fue día de luto y pesar para todos los españoles por el asesinato de siete de los nuestros en Iraq. Siete militares que han dejado sus vidas cumpliendo con el deber al que su profesión les obligaba. Profesión que ¬no debe olvidarse¬ escogieron libremente, al entender que ésa era la mejor manera de servir a su país. Todas las personas de bien lamentan su pérdida y agradecen su sacrificio.
   Otras, como el paradigma del carroñerismo político que es Gaspar Llamazares, ni siquiera esperaron a guardar el elemental silencio de respeto a las familias de las víctimas, cuya sangre aún estaba tibia. Este político miserable ha dado una perfecta muestra de su catadura personal. La política, ya se la conocíamos. Sabíamos que algunos estaban deseando ver sangre de españoles derramada en Iraq para emprenderla contra el Gobierno por su posicionamiento en aquella guerra. Lo que no imaginábamos es que se batieran todos los récords de miseria humana, saltando a la palestra mediática antes, incluso, de que los familiares hayan podido siquiera intentar asimilar tan tremendo mazazo. Realmente nauseabundo, despreciable, camarada Gaspar.

  D. Carrasco (Madrid).

La Razón. 2 de diciembre de 2.003.


MUERTE DE ESPAÑOLES EN IRAQ

    Mi marido y yo estamos muy impresionados por lo que ha ocurrido, pero queremos manifestar nuestro humilde, pero claro, apoyo a nuestros hombres en Iraq. No somos muchos, pero somos buenos; no tendremos toda la razón pero tenemos dos dedos de frente; sabemos que lo difícil es eso, difícil, pero no imposible. Lo imposible es lo que nunca se intenta. Con el máximo respeto, acompañamos en su dolor a todas esas familias destrozadas y a todos esos militares también destrozados. ¡Viva España!

  M. Ruiz del Árbol (Internet).

La Razón. 2 de diciembre de 2.003.


MUERTE DE ESPAÑOLES EN IRAQ

    Nos hemos quedado sin palabras. Siete españoles han sido asesinados en Iraq. España llora y se solidariza con las familias y amigos de las víctimas. Y España también reza. ¿Por qué, en un país de mayoría católica, abundan los minutos de silencio y ni una sola oración? ¿A qué viene tanta vergüenza? Sí, los españoles, pese a quien le pese, estamos rezando por los muertos y por la paz en Iraq.

  Jesús Asensi. Algemesí (Valencia)

La Razón. 2 diciembre de 2.003.


MUERTE DE ESPAÑOLES EN IRAQ

    Ante todo mi pésame por el asesinato de nuestros compatriotas en Iraq. La situación no es demasiado halagüeña aunque pienso personalmente que debemos mantener nuestra presencia en aquel país. Sin embargo, propongo utilizar las mismas tácticas que nuestro enemigo. ¿Por qué no utilizar su pasión religiosa en su contra?

  Alberto Sánchez (Barcelona)

La Razón. 2 diciembre 2.003


MUERTE DE ESPAÑOLES EN IRAQ

    Escribo esta carta con enorme pesar y tristeza por los españoles vilmente asesinados en Bagdad. Quiero transmitir mi pésame y condolencias a las familias de estos valientes agentes que han sacrificado su vida en beneficio del prójimo. Los españoles debemos de sentirnos orgullosos de nuestras Fuerzas Armadas que acuden a los lugares donde se necesita su presencia sin mirar el riesgo que puede haber.

  José Luis Sánchez (Internet).

La Razón. 2 diciembre de 2.003


MUERTE DE ESPAÑOLES EN IRAQ

    Desde la serenidad y el sosiego que me procuran la distancia, sólo puedo decir que me parece absolutamente deleznable y humillante la circulación de las imágenes fotográficas del pisoteo de los cadáveres de los agentes españoles del CNI asesinados el sábado en Iraq. Si bien es verdad que todos los españoles tenemos derecho a la información y que existe la libertad de expresión y prensa, también lo es que la Constitución de 1978 ampara y garantiza el derecho al honor y a la imagen, cosa que en este caso se ha infringido gravemente.
   Si Sky News quiere difundir las noticias, están en su derecho, pero los medios de comunicación españoles deberían haber salvaguardado esas imágenes tan tremendas y haber parado su circulación. Nunca, en ninguna circunstancia, es agradable ver muertos y heridos en toda su extensión, como la cabeza descerrajada, los miembros mutilados, las vísceras desprendidas o como hayan quedado sus cuerpos después de haberles causados todas las lesiones habidas y por haber con las armas pertinentes o como consecuencia de un accidente de tráfico, aéreo o marítimo. Siempre me ha parecido una falta de respeto a los muertos. Pero en este caso, lo que bajo mi punto de vista agrava las circunstancias, es que se han difundido por el mundo entero imágenes de personas anónimas que murieron en acto de servicio y después de muertos son pisoteados por chiquillajes de cualquier edad. Por suerte para ellos, y en lo que yo he podido observar, al menos no se les distingue claramente. Pero tanto ellos como sus familias se merecen la consideración debida, pues al dolor de perder a un ser querido se une el de ver cómo sufren el escarnio. Esas imágenes se las podían haber ahorrado. Bastante sufrimiento tenemos con el sinvivir de la participación española en la reconstrucción de Iraq, como para que encima les demos alas a estos chicos para que sigan humillando a las víctimas y bailando a su alrededor.

  María Ruiz (Internet).

La Razón. 2 diciembre de 2.003.

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