¿Hace falta desmontar todas las mentiras?

Por Ángel López-Sidro López

    Esta pregunta me ha venido a la cabeza justo después de sentir el impulso de reaccionar ante algunas de las noticias más recientes. Y me ha asaltado esa pregunta porque lo obvio, evidente y verificable de la verdad debería hacer sonrojar a quienes profieren mentiras sin pulir, mentiras en cascada, mentiras vomitadas y por tanto encharcadas de bilis. Esto tan desagradable es cotidiano, y por ello hay días que exaspera y días en los que uno siente un cansancio infinito. Leo en la prensa declaraciones de un cargo público-político que «no entiende qué hace todavía en este país» la Iglesia católica; esa que «adopta posiciones retrógradas con los homosexuales»; que «la derecha debe ir a la oposición porque un gobierno socialista volvería a recolocar muchas cosas que en la Constitución están claras, por ejemplo que no se obligue a los niños españoles a estudiar religión en las escuelas»; que todos los españoles «ayudamos a mantener el patrimonio de la Iglesia, por lo que espero que los ciudadanos tomen buena nota de esta negativa» a que se utilice un templo católico para rodar escenas de una película, lo que puede ir en detrimento de la promoción turística de la localidad que lo acoge.
   Cualquiera podría creer que esta sarta de dislates forma parte de una arenga destinada a desatar una nueva persecución religiosa en España. Mentira y bilis, todo bien mezclado, todo bien fermentado, para administrarlo... a todos los españoles que mantenemos a dicho cargo público-político. Trataré de dar algunas respuestas simples a esas manifestaciones.

 

    1.- La Iglesia católica está todavía en España porque la mayoría de los españoles son católicos, y lo pueden ser porque la Constitución, en su artículo 16, reconoce el derecho fundamental de libertad religiosa. Quizá es que haya que acabar con esto.

    2.-La opinión de que la relación homosexual no pueda equipararse al matrimonio no es retrógrada. Lo retrógrado es pretender acabar con la seguridad jurídica que aporta, entre otros muchos bienes, la ahora llamada «familia tradicional». Parece que la involución de destruir las normas que ha costado siglos forjar a fuerza de reflexión y experiencia es lo moderno. Lo progresista es hacer tabla rasa de todo lo existente, previamente a ninguna valoración de su sentido, y volver al tiempo en que el hombre no se guiaba más que por el instinto.

    3.-Ningún alumno está obligado a estudiar religión en las escuelas, salvo que la haya elegido voluntariamente y pretenda aprobar. El estudio de la religión como fenómeno histórico, social y cultural no hiere la libertad de las personas, antes bien la hará más completa, por cuanto va a permitir un mejor conocimiento, y derivado de él, un discernimiento más maduro de la razón de ser de nuestra sociedad y de sus posibilidades de futuro. El estudio de una religión concreta, desde una perspectiva confesional, no es obligatorio en España desde que existe la democracia, y parece increíble que haya que decirlo a estas alturas.

    4.-En cuarto y último lugar, esa especie de amenaza para la Iglesia católica invocando la contribución de todos los ciudadanos al sostenimiento de su patrimonio cultural es sencillamente intolerable. Ninguna ley obliga a que un lugar de culto, por muy financiada que esté su conservación, tenga que convertirse en un plató cinematográfico. El equilibrio entre el uso cultural y el uso cultural de los edificios religiosos no contempla tal imposición, porque la promoción turística no es todavía un derecho fundamental. E incitar a una revancha por parte de los contribuyentes, ¿qué quiere decir? ¿Dejar que se derrumben las catedrales retirándoles las ayudas públicas?


    Vuelvo a preguntarme si había que reaccionar ante esas mentiras, porque el rubor de señalar lo evidente me inunda el rostro. Puede que haya personas capaces de creer las mentiras que he indicado, y otras de parecida índole que nos asaltan un día sí y otro también. En tal caso no sé si debo sentir vergüenza o miedo.

La Razón. 30 de Enero de 2.004


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