¿Hace
falta desmontar todas las mentiras? Por
Ángel López-Sidro López
Esta pregunta me ha venido a la cabeza justo después de sentir el
impulso de reaccionar ante algunas de las noticias más recientes. Y
me ha asaltado esa pregunta porque lo obvio, evidente y verificable de
la verdad debería hacer sonrojar a quienes profieren mentiras sin
pulir, mentiras en cascada, mentiras vomitadas y por tanto encharcadas
de bilis. Esto tan desagradable es cotidiano, y por ello hay días que
exaspera y días en los que uno siente un cansancio infinito. Leo en
la prensa declaraciones de un cargo público-político que «no
entiende qué hace todavía en este país» la Iglesia católica; esa
que «adopta posiciones retrógradas con los homosexuales»; que «la
derecha debe ir a la oposición porque un gobierno socialista volvería
a recolocar muchas cosas que en la Constitución están claras, por
ejemplo que no se obligue a los niños españoles a estudiar religión
en las escuelas»; que todos los españoles «ayudamos a mantener el
patrimonio de la Iglesia, por lo que espero que los ciudadanos tomen
buena nota de esta negativa» a que se utilice un templo católico
para rodar escenas de una película, lo que puede ir en detrimento de
la promoción turística de la localidad que lo acoge.
La Razón. 30 de Enero de 2.004 |