Fundación Francisco Franco.
NOTA SOBRE LA RETIRADA
DE LA ESTATUA DEL GENERALÍSIMO
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Es un acto de beligerancia del gobierno de
Zapatero, contra la historia de España. Es una muestra más de
ese empeño de instaurar la discordia entre los españoles. Con
premeditación alevosa, con nocturnidad que define la acción,
se ha llevado a cabo la retirada de la estatua del Generalísimo
de la plaza de San Juan de la Cruz, determinación de la
ministra de Fomento contra el criterio manifestado en su día
por el Ayuntamiento de Madrid, que adujo, por boca de su
vicealcalde que eso sería como hacer desaparecer cuarenta años
de historia. |
No es el momento para hablar de esos años en los que
España se acercó y tocó tantas viejas aspiraciones de justicia
social, y de esperanzas nacionales. Fue un tiempo que exige el respeto
del sosiego y la objetividad para la crítica al que ahora se pretende
borrar de un manotazo sectario, con el que se ofende la memoria de tantísimos
españoles que estuvieron y están orgullosos de él y que ahora están
manifestándonos su indignada protesta.
Anoche Santiago Carrillo, que dirigía la Consejería de
Orden Público en el Madrid del otoño de 1936 de tan trágicos
recuerdos, ha sido objeto de un homenaje que se ha titulado como el de
la "Reconciliación" y a ella se ha apelado en los discursos,
ahora podemos afirmar que falsamente. Eran las gentes de la Transición
–algunas adhesiones estremecen- que fue precisamente posible porque se
venía de "aquél tiempo" y de una sociedad en paz y progreso
que ya había superado los enfrentamientos y caminaba decididamente
hacia el futuro. Anoche con la estatua en el suelo también quedaba así
traicionada, como un propósito falso, sectario y mendaz.
Estamos obligados a no callar, sin que pretendamos con
ello aumentar la discordia ya establecida en la sociedad española, pero
hacemos valer nuestro derecho a la protesta por el gesto beligerante del
gobierno Zapatero. Estamos seguros que como todo lo que nace del
sectarismo, con el que se empeñan ahora, será sólo un mal viento
pasajero. Porque ahí está la Historia cuyo testimonio no se puede
secuestrar en un oscuro almacén, como ahora hacen con la
© Generalísimo Francisco Franco. 18 de Marzo de
2.005.