Por sorpresa, sin diálogo ni negociación alguna, en período
vacacional, el Gobierno aprueba el Proyecto de Ley Orgánica de
Educación (LOE), que recorta el derecho constitucional de los padres
a elegir centro y tipo de educación que desean para sus hijos,
presenta un nuevo estatuto para los profesores de Religión que
va contra la jurisprudencia del Tribunal Supremo y ahoga económicamente
a la escuela concertada, que mayoritariamente es de titularidad eclesiástica
y sale un 30 por ciento más barata que la pública al Estado. Nueva
vuelta de tuerca contra la religión católica, a la que parece tener
manía persecutoria el Gobierno de Rodríguez Zapatero.
Al Gobierno le interesa mucho la educación de niños y jóvenes,
pero para plegarlos hacia sus tesis político-sociales, es decir, como
instrumento de poder y amaestramiento, futuros votantes acríticos.
La LOE contempla la nueva asignatura de "Educación para la
Ciudadanía", todo un catálogo de doctrinas
socialistas-laicistas de estudio obligado y evaluable académicamente,
al tiempo que se marginan las clases de religión católica que
solicitan para sus hijos el 80 por ciento de los padres. Recordemos
que ésta asignatura, opcional y evaluable se ajustan a los
Acuerdos Iglesia-Estado de 1979 y ratificados en 1999, además de
varias sentencias de los Tribunales Supremo y Constitucional que lo
ratifican.
El modelo de escuela que pretende el Gobierno de Zapatero es un
alarde de talante doctrinario, laicista y profundamente sectario, todo
un atentado a las libertades que contempla nuestra Carta Magna.
