No hay Fiscal del Estado que vea delito alguno en la manifestación
del Orgullo gay del pasado 2 de Julio en Madrid, aunque la heterofobia,
católicofobia y eclesiofobia fueron patentes durante todo el
recorrido de la misma. Se palpaba un exacerbado sectarismo radical.
Los lemas que se corearon fueron: "Vamos a quemar la Conferencia
Episcopal", "Benedicto XVI, Nazi", "Rajoy, sal del
armario" entre otros muchos igual de chabacanos, ofensivos y
obscenos.
La dictadura gay tiene patente de corso jurídico según parece.
Zerolo, venezolano de nacimiento, activista gay del PSOE encabezó
junto a destacados líderes socialistas la marcha. Apenas hubo medios
que criticaran el tono agresivo de las protestas.
Sobre carrozas, posibles adoptantes de niños vestidos, musculosos,
en minúsculos taparrabos, otros, disfrazados al estilo travesti. Un
grupo de manifestantes portaban, en tono figurativo semanasantero,
sobre un pequeño trono a una mujer que trataba de ridiculizar a
la Virgen María, otro, vestido de obispo llevaba una cruz donde la
figura de Cristo había sido sustituida por una muñeca.
El pensamiento único políticamente correcto silenció ésta orgía
de despropósitos blasfémicos. La Asociación Juan XXIII estuvo
presente en la fiesta gay, como siempre que haya que atacar a la
Iglesia. ZP es un icono del mundo gay, portada de revistas y premiado
por asociaciones, todo un adalid rosa.
Los radicales gays de perseguidos pasan a ser perseguidores.
Subvencionados multimillonariamente con dinero público, radicalizados
en sus actos contra todo el que no comparta sus puntos de vista, se
están convirtiendo en un poder inquisitorial, algo así como el lobby
feroz rosa.
Los medios de comunicación, mayoritariamente, autocensuran la crítica
hacia noticias del mundo homosexual no gratas, o las descafeínan.
Hace meses, grupos gays se manifestaron injuriosamente ante la
catedral de Barcelona y del Arzobispado de Madrid, llegando a insultar
a los feligreses, tachando al episcopado de "homófobos", la
palabra de moda. En varios países árabes, las prácticas
homosexuales son condenadas con la pena de muerte, ¿porqué no se
manifiestan ante la mezquita de la M-30 para defender la vida de esas
personas y sí se envalentonan tanto ante todo lo que significa religión
católica?
El Fiscal General del Estado, Conde Pumpido dijo que sería
implacable con cualquier actitud homófoba durante la manifestación
de las familias del 18-J, ¿no ve actitud delictiva alguna en la
del Orgullo del 2-J? Ya hace casi dos semanas de aquello, y no ha
actuado. Por lo visto, las familias tradicionales y sobre todos los
católicos somos los peligrosos.