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SUGERENCIAS

 

Declaraciones a la Prensa.


 
Declaraciones al corresponsal de "La Nación", de Buenos Aires.

2 de noviembre de 1938.

Una de mis mayores satisfacciones, como Jefe supremo de la Nueva España, es saber con cuánta justeza y acierto interpretan y conocen los españoles de América el, auténtico sentir de nuestra guerra. Como tantas veces he repetido, la guerra de España no es cosa artificial; es la coronación de un proceso histórico, es la lucha de la Patria contra la antipatria, de la unidad contra la secesión, dé la moral contra el crimen, del espíritu contra el materialismo. Estamos defendiendo la existencia e independencia de España frente al Comunismo tiránico que intentó rusificar nuestra alma. Queremos salvar la continuidad sagrada de nuestra Historia .frente a los que quieren hacer tabla rasa de los eternos principios que informan la vida española. Queremos asegurar a España por medio de su Revolución Nacional un porvenir lleno de justicia y prosperidad. Queremos, en definitiva, asumiendo una vez más nuestro papel de Adelantados de la civilización, salvar al mundo entero de la ruina fatal y segura a que conduciría el triunfo del Comunismo.

- ¿...?

-  En esta magna empresa nos sentimos asistidos por el recio espíritu de los países americanos que, como nosotros, comprenden la magnitud de la contienda. Este honor nuestro es honor de la raza y su prestigio abarca por igual a todos .los pueblos de origen hispánico. De nuevo la potencia creadora de nuestro pueblo se ha puesto en .tensión y llama otra vez con espíritu de hermandad a todos los pueblos americanos, para que juntamente con, España trabajen por la ingente obra de la hispanidad, que es fe, cultura, preocupación por el pueblo y hondo patriotismo. España, al recobrar su confianza en sus propios destinos, se reafirma también en la potencia creadora de los pueblos americanos y tiene fe ciega en que la lengua española será el vehículo de un recio pensamiento y de una fuerte cultura que imponga al mundo el respeto debido a los altos. valores espirituales de la gran comunidad hispanoamericana.

- ¿...?

Preciso es que conozcan en América el hondo sentido humano y justo de nuestra guerra. Nuestro heroico Ejército que ha asombrado al mundo por su valor, disciplina, técnica y emocionante cumplimiento del deber, está realizando un magno servicio en defensa de la civilización universal. Nuestro Alzamiento no buscó nunca el medro personal de nadie, ni la defensa de una clase social, sino que intentó sólo impedir que se aniquilara a la Patria y con ella a todo el inmenso patrimonio espiritual que históricamente la ha formado. Preciso es que sepan todos los americanos, y los yanquis, de una manera especial, que nuestro Movimiento tiene un aspecto total de legitimidad, puesto que se recurrió a las armas tan sólo cuando iba a desaparecer todo el tesoro espiritual del pueblo español. Hoy, la preocupación para después de la victoria consiste en orientar el Estado en términos tales que el pueblo se incorpore definitivamente a la labor de gobierno y que por cauces legítimos y serios, prescindiendo de hueros y vanos verbalismos, que eran tan sólo medio de explotación de las clases populares, se logre en España una absoluta justicia, ocupando cada uno el lugar que le corresponda en la nueva tarea nacional, pero preocupándonos sobre todo de que no haya un hogar sin lumbre y sin pan, y que no haya un solo español que no sienta el orgullo de la Patria y el honor de servirla con el máximo fervor. Todo esto no podría lograrse si nuestro Movimiento no fuera popular y nuestra doctrina no estuviera avalada por el pueblo y refrendada por una juventud heroica que la siente y la mantiene. Esta juventud que en los frentes combate, estos sufridos mártires de nuestra España, estos heroicos mutilados que han dado sus miembros a la Patria, estas madres beneméritas que ofrecen con orgullo la vida de sus hijos por España y todos cuantos por mi orden cumplen efectivamente en la retaguardia misiones y servicios, son el núcleo de nuestro Movimiento y de nuestros futuros, cuadros.

- ¿...?

- Es preciso que sepan los países de América que, sin el aliento del pueblo que nos asiste plenamente, no tendría realidad nuestra obra que aspira por todos los medios a labrar la unidad y grandeza de nuestra Patria.

- ¿...?

- La manera extraordinaria con que en la España Nacional se ha creado un Estado verdaderamente perfecto, es un exponente del poder creador del espíritu español. Se carecía de todo y sólo se contaba con la irrevocable decisión de triunfar, porque el triunfo significaba la gloriosa continuidad de España. y de manera prodigiosa y rápida se organizó un Estado, que ha funcionado con toda normalidad, devolviendo las fuentes de riqueza de la nación; la Agricultura no ha cesado un solo día de mejorar los campos de España; las industrias han trabajado al unísono con las necesidades del momento, y el Comercio exterior ha sido base para que España pueda cumplir dignamente con todos sus compromisos de naturaleza económica. La característica de nuestra retaguardia, además de la perfección de todos los servicios y del ambiente de paz que en ella se respira, se distingue también por el nivel económico ,de vida, escasamente superior al de los comienzos de la contienda, por la abundancia de los alimentos, por la tranquilidad que reina en las ciudades, donde si no fuera por el paso de elementos militares no, se notaría la existencia de la guerra. Ante estas realidades innegables nada pueden significar las propagandas falsas del adversario que pretenden extender a nuestra retaguardia el espíritu de terror y de hambre en que se desenvuelve la triste población española sometida aún a la dureza del Gobierno rojo.

- ¿...?

- Todas estas afirmaciones mías pueden avalarlas cuantos extranjeros han visitado la España Nacional, y en ella han encontrado las máximas facilidades para comprobar la realidad de lo que digo. Nosotros no hemos necesitado nunca para defender nuestra Causa de más argumentos que los derivados de la defensa de la verdad. La mentira, junta con el odio, son instrumentos adecuados para la labor del Gobierno rojo de Barcelona.

- ¿...?

- Todo ello no se hubiera logrado si nuestro pueblo no estuviera unido por un hondo fervor patriótico, por un verdadero sentido de sacrificio, puesto al servicio de la más noble Causa, y por el espíritu y por la absoluta confianza depositada en la dirección del Ejército y del Gobierno. Nosotros no necesitamos mendigar los auxilios que el Gobierno rojo de Barcelona ha solicitado a la Sociedad de Naciones, puesto que frente al sentido anarquista desintegrador, en que han inspirado su acción y su gobierno, responsables ante la Historia de la destrucción y aniquilamiento de la mayor parte de nuestro patrimonio espiritual y material, nosotros, con sentido constructivo, patriótico- y pleno de ideales, hemos sabido demostrar que con la fortaleza de nuestro espíritu se podía, y se lograba el triunfo de nuestro ideal que no es otro que el de servir el presente y el porvenir de la España inmortal.

S. E. terminó diciendo:

- Quiero que envíe usted a su país, un saludo lleno de emoción del Jefe de la Nueva España. En la España de hoy se sigue con fervor la marcha ascensional de ese magnífico pueblo que tiene la fortuna de vivir en uno de los parajes más bellos de la tierra.


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