Mayo de 1938.

El Proyecto de transacción. alentado por Negrín, no es más que una nueva maniobra de la Masonería internacional, destinada a intentar cerrarnos el camino .de la victoria. ¡Vanos esfuerzos! Como ya he dicho en circunstancias análogas, la guerra no terminará antes de nuestra victoria total. Hay quien intenta retardar este día por todos los medios, galvanizando artificialmente la resistencia de los rojos, merced a ayudas materiales y morales de todo género; pero no importa. Todo aquel que se esfuerce en dañar a España obligándola a desgastar sus fuerzas en la guerra civil, en la esperanza de encontrarla mañana más dócil a sus propios fines, obedece a un cálculo equivocado. Nuestra Causa triunfará de todos modos, porque es la Causa de un gran pueblo.

Decid también en Italia mi admiración hacia el valor verdaderamente romano de vuestros legionarios que se baten junto a los nuestros. España siente la más fraternal gratitud por la preciosa ayuda que le han proporcionado vuestros espléndidos combatientes y no olvidará los vínculos formados entre los dos pueblos por encima del mar, latino, por la sangre derramada en común. Combatiendo unos al lado de otros, italianos y españoles, han aprendido a apreciarse y a amarse, y las mejores relaciones reinan y reinarán siempre entre ellos, sean jefes, sean soldados. Nosotros miramos con sincera confianza al hombre que rige con mano firme los destinos de la Italia Imperial y al cual hemos consagrado nuestro afecto; y no menos nuestra que vuestra es la esperanza de que la fraternidad actual habrá de sobrevivir a las duras pruebas de la guerra y será un estímulo para una fecunda colaboración ulterior.