"Le Jour" de 27 de abril de 1938.

Yo devolveré a España una vida verdaderamente española.

Os ayudaré a hacer abjurar a vuestros gobernantes de sus errores.

La dominación de los rojos había sobrepasado toda medida tolerable. La hora del destino había sonado, inexorablemente, y tuve la convicción de que hacía lo que las circunstancias imponían, con la certidumbre de obedecer al deseo de todos los verdaderos españoles, y de ser seguido por todos mis compañeros del Ejército, fieles al culto del honor y del deber.

¿Qué he querido? Simplemente devolver a España una vida española, librándola de caer en la degradación de que una nacionalidad extranjera se hiciera dueña del país por la intriga y la sorpresa.

El Frente Popular era Una injuria a las tradiciones, a las aspiraciones de la masa nacional. La insurrección era santa.

La intervención soviética, en el lado de nuestros adversarios, era patente, anunciada, declarada; el material ruso se paseaba por las calles de Madrid.

Se ha exagerado mucho la importancia de estos con. cursos. De Italia han venido doce brigadas; es poco en comparación con los 600.000 españoles movilizados en las tropas nacionales.

En ningún momento los Estados interesados me han pedido nada. Yo mismo no les he prometido nada jamás. ¿Lo que yo deseo? Ante todo, ganar la guerra. Está ganada. Después, reconstruir España sobre líneas estrictamente nacionales.

Yo os he ayudado (a evitar la intervención francesa).