Pronunciado en la sede de la nueva Casa Sindical de Berga (Barcelona), el 1 de julio de 1966.


Unas palabras para cerrar este acto de apertura de la Casa Sindical y poner de relieve cómo el espíritu empresarial y de trabajo de esta comarca ha puesto en producción los cauces naturales que los Sindicatos abren a la colaboración y asociación de los españoles para resolver sus problemas. Este cauce sindical, esta apertura a la colaboración de los sectores productivos es en esta comarca un hecho.

Agradezco a todos el esfuerzo y el interés que han puesto en engrandecer a la Patria.

¡Arriba España!